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(Elizabeth Santángelo). Mujer y Madre: Figura amorosa y paciente que con afecto educa, modela la experiencia de cada uno de los integrantes de su familia y ejerce en la mayoría de los casos una influencia benéfica en la formación de niños y jóvenes.
Últimamente, un número creciente de madres han tenido que asumir además el rol de trabajadoras en el mercado laboral, debido a la recesión, el desempleo y la carencia. Esto presenta nuevos desafíos para toda la familia.
Me parece interesante compartir la historia de una mujer que vivió en el siglo XIX, que enfrentando los mismos desafíos en una época en que la mujer casi no tenía derechos, logró alcanzar el control de su vida y triunfó sobre dificultades tales como la viudez, un divorcio, la pérdida del hogar, el rechazo de su familia y una mala salud crónica.
Esta mujer fue Mary Baker Eddy, escritora y pensadora estadounidense. Fundó la denominación cristiana conocida como Ciencia Cristiana.
Eddy queda viuda, empobrecida y embarazada a los 22 años, teniendo que volver al hogar paterno. Debido a los problemas de salud que padecía, su hijo debió ser cuidado por una criada de la familia.
Con la esperanza de poder ocuparse ella misma del niño, se casó con un odontólogo, desconociendo que tanto su familia como su esposo planeaban alejarla definitivamente del hijo.
Después de este doloroso alejamiento, ella vuelca su inspiración en un poema que escribió y que revela su angustia latente: “¡La pena muda de una madre / Demasiado aguda de expresar, demasiado honda para llorar!”.
Su salud continuó empeorando, y debido a ciertas actitudes y acciones de su esposo se ve obligada a divorciarse.
Luego de alrededor de veinte años de lucha, y gracias a su gran confianza en el poder de Dios, ante un agravamiento de su condición física, logra restablecerse por medio de la oración, comenzando desde allí una vida consagrada a ayudar a los demás en base al sistema de curación espiritual que descubre y demuestra en su propia vida.
Ya totalmente restablecida y en pleno vigor, alcanza el gran anhelo de ver nuevamente a su hijo, después de 23 años de ausencia, quien ya tenía 34 años.
Pero tampoco fue posible cristalizar el anhelo de verlo junto a ella para siempre, ya que el hijo decide alejarse de su madre definitivamente.

Su lucha por los derechos como mujer, y demostrando en su propia vida la vitalidad que le proporcionaba la espiritualidad, logra a los 87 años reflejar el vigor, la claridad mental y completo dominio de su capacidad, fundando un Diario reconocido internacionalmente como capaz de ser objetivo e imparcial: The Christian Science Monitor, en edición impresa (semanal) y on-line.  Este periódico ha sido ganador de siete Premios Pulitzer a la excelencia periodística, y también más de una docena de premios del Overseas Press Club.
Múltiples entidades han reconocido su trabajo y su legado. La Asociación Femenina del Libro de Estados Unidos incluye a su obra Ciencia y Salud en una lista de 75 libros de mujeres cuyas palabras han cambiado al mundo. El Salón Femenino de la Fama de Estados Unidos la integra en 1995 mencionando que «dejó una marca indeleble en la religión, la medicina y el periodismo».
En la actualidad existen casos de madres que tienen que enfrentar situaciones legales a causa de sus divorcios, o bien ante secuestros de sus hijos y que quizás se identifiquen con la tenacidad de esta mujer.
Con la misma valentía que ella demostró, otras pueden también mantener el genuino deseo de fortalecer sus corazones a través de su confianza en el poder de Dios, y  gracias a una fe inquebrantable que siempre “mueve montañas”.

A todas ellas: ¡Continúen avanzando, sin claudicar!

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Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana en Argentina, en adhesión al
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER. 8 DE MARZO 2016.