(Enviado por José Antonio Sierra) La Fundación Harena previene a los escolares de la provincia sobre los peligros de internet con el programa ‘Cómo navegar sin naufragar’

La actividad forma parte de los proyectos que desarrollarán 19 entidades sociales durante 2016 en La Noria gracias al acuerdo suscrito con la Obra Social ‘la Caixa’

El Centro de Innovación Social La Noria de la mano de la Fundación Harena, ha formado a más de medio millar de menores sobre cómo actuar ante el peligro en internet y las redes sociales con el proyecto ‘Cómo navegar sin naufragar’. Escolares procedentes de municipios como Fuengirola, Alhaurín de la Torre, Pizarra o Villanueva de Algaida han aprendido cómo usar de forma adecuada las herramientas web de una manera lúdica y entretenida.

La actividad se ha llevado a cabo dentro del marco del proyecto desarrollado en La Noria por la Fundación Harena gracias al apoyo económico de la Obra Social ‘la Caixa’, que llegó a un acuerdo con el ente supramunicipal, valorado en 275.000 euros para invertir en innovación social en la provincia. De este acuerdo se benefician un total de 19 entidades sociales, que desarrollan su actividad en La Noria durante 2016.

El origen del proyecto ‘Cómo navegar sin naufragar’ nace por la relación cada vez más temprana de los menores con Internet. Las nuevas tecnologías y la red suponen una parte cada vez mayor de la cultura actual, especialmente para los jóvenes y adolescentes, cuyas actividades cotidianas, como hacer los deberes o jugar cada vez se hacen más a través de Internet o las redes sociales.

Según Félix Lozano, diputado de Innovación Social, Participación y Cooperación Internacional, «es importante orientar a los menores en un uso responsable de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), educarles para que desarrollen nuevas capacidades y conocimientos a la hora de navegar por Internet, que sean conscientes de que pueden exponerse a peligros y sacar el mejor partido a lo que nos ofrecen las herramientas digitales». El objetivo principal de este proyecto ha sido brindar ayuda y minimizar las malas prácticas en los usos de Internet y las tecnologías de información en general mediante consejos y las precauciones a tener en cuenta.

Para ello, se han llevado a cabo 20 talleres educativos de una hora y media de duración por grupo, tanto en las instalaciones de La Noria como en centros educativos de municipios de 20.000 habitantes, con un contenido didáctico específico para menores de 9 a 12 años, con la intención de que conozcan más de cerca las nuevas tecnologías, las normas de seguridad y los riesgos de Internet.

Los contenidos de cada taller se han impartido de forma tanto teórica como práctica. Así, en las partes teóricas, los contenidos han contado con un soporte audiovisual para hacerlos más atractivos para los escolares. La protección de la información personal, la descarga de contenidos segura, ciberacoso o la usurpación de la identidad en la red son algunos de los temas abordados durante la actividad.

Hoy en día el uso de Internet y las nuevas tecnologías cada vez se hace a una edad más temprana. La sociedad se adapta a las TIC y con ello los métodos de enseñanza o las formas de entretenimiento, por lo que los menores se ven directamente afectados. Por ello, esta formación trata de acompañar a los menores desde que se introduce el empleo de Internet en sus vidas.

Con este proyecto también se ha buscado dar cabida a la igualdad de género de una manera trasversal. A la vez que se ha enseñado a los niños el uso adecuado de Internet, han aprendido que no siempre se conoce la identidad de la persona que se encuentra al otro lado de la pantalla, siendo esto especialmente peligroso para las menores, las más afectadas por los peligros de Internet.

Una vez finalizado el periodo en el que se han desarrollado los talleres, la Fundación Harena destaca que los menores de edad suelen presentar un alto grado de adicción a internet, lo cual es preocupante dado los peligros que conlleva. Por lo que es importante seguir trabajando en la búsqueda de soluciones para que el uso de las nuevas tecnologías sea responsable y saludable.

Como conclusión, la asociación plantea la necesidad de desarrollar un programa en el que se  involucren los padres y que participen en talleres formativos para que conozcan los peligros a los que están expuestos sus hijos