Nuestra columnista Esperanza Mena junto al poeta alhaurino Juan Perea Cerón

Esta extremeña nativa afincada en este bonito pueblo, el domingo pasado,  se sintió orgullosa de vivir en él. Un pueblo al que la mayoría de la gente solo lo conoce por que en su famosa cárcel a estado o están, todos los corruptos del famoseo, y a mí me gustaría que se dieran una vuelta esta Semana Santa, y vieran como yo, salir a la calle  al Señor de la Paz montado en su borriquita.

Me emocionó ver esa salida procesional tan bonita. Un trono precioso, que nos dice como entró  Jesús en Jerusalén, montado sobre un humilde pollino, dándonos una lección de humildad, acompañado de María Santísima de la Esperanza.

Una salida prefecta, con las bandas de trompetas y tambores y todos los nazarenos  acompañando a sus titulares, y lo más hermoso…¡¡los niños!!  Ellos serán los herederos de esas tradiciones tan hermosas que este pueblo, se esfuerzan por conservar; Por eso me sentí una más  entre la multitud de Laurinos que estaban esperando el paso de la Borriquita, (como se la llama)

y me emocionó, su entrada obligada por la insistente lluvia en la Iglesia, un acto impresionante por el cariño de este pueblo demuestra a ese paso.

Me encantaría que un día, en el mundo entero, se conociera este pueblo por su cultura, sus tradiciones, y por su empeño en hacer todo lo posible y lo imposible, por mantenerlas; Me siento verdaderamente orgullosa, de este pueblo que acoge a todo el que llega, con los brazos abiertos.