Salud(María Damiani)Hoy en día, muchas personas en todo el mundo buscan muchas alternativas para tratar su salud personal que difieran de los llamados métodos convencionales y cada una responde de forma distinta, ya sea que se trate de medicina complementaria o alternativa.

Los motivos por los cuales recurren a la medicina no convencional son variados y pueden estar relacionados con sus creencias, con la ineficacia de algún tratamiento anterior o para probar algo más naturista.

En España, cada vez más se menciona a la medicina integrativa como una manera diferente de entender la salud y el bienestar. Se trata de un nuevo enfoque considerando al paciente desde la perspectiva cuerpo, mente y espíritu.

El Dr. José Francisco Tinao, director de CMI-Clínica Medicina Integrativa, de Madrid, expresa que: “La medicina integrativa utiliza todos los recursos disponibles en la medicina tradicional occidental e incorpora técnicas y prácticas de las llamadas medicinas complementarias, bajo criterios de evidencias científicas”.

Hay una creciente búsqueda por encarar una vida sana en cuerpo y espíritu.

En el cuidado de la salud es esencial abordar las necesidades emocionales, además de las necesidades físicas de los pacientes.

Uno de los aspectos que garantizan la buena atención médica es la comunicación y el vínculo afectivo que se establece con el profesional, pues crean una relación de confianza y cooperación de ambas partes.

Hay una tendencia por parte de los médicos a comprender y escuchar más al paciente,  partiendo de sus emociones y estados de ánimo. Bajo esta perspectiva, el médico o enfermero ideal es el que demuestra tanto compasión como pasión por curar, cualidades que se deben estimular y preservar.

Pero, ¿cuál es el factor más importante en la curación?

En muchas ocasiones, cuando se habla de medicinas alternativas o naturales, encontramos expresiones como “pensar bien es sentirse bien”. El pensamiento es una clave fundamental en la curación y se exterioriza en nuestro cuerpo. Pensar en estar sano y enfocarse en lo bueno es elegir el lado de la vida y promueve la capacidad del cuerpo de autocurarse.

La sanadora metafísica Mary Baker Eddy redescubrió el efecto del pensamiento en el cuerpo y su perdido elemento de curación llevado a la práctica por Cristo Jesús y en el libro best seller Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras. Ella llegó a la conclusión de que “la enfermedad es la imagen exteriorizada del pensamiento”.

Un cuerpo sano es el resultado de la armonía del pensamiento y la manera de pensar está directamente relacionada con la calidad de vida y la salud. La curación implica un cambio mental interior. Para ser totalmente sano es importante no sólo eliminar los síntomas sino también la sugestión que los provocó.

Hace unos 3 mil años un salmista bíblico expresó su alegría así: “Has cambiado mi lamento en baile”.

Se puede deducir, entonces, que la purificación del pensamiento trae consigo un estado de gozo espiritual. ¿No te gustaría probarlo?

María Damiani escribe acerca de la salud y el bienestar desde una perspectiva espiritual y es Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana en España. Email: spain@compub.org Twitter: @compubespana