iu-podemos2016(Jesús D. López) A los idealistas de izquierdas en la era moderna y democrática siempre se les ha echado en cara su incapacidad para llegar a acuerdos con otros de su misma especie. Y es que, cuando una idea cala en lo más profundo, traicionarla se torna harto difícil.

Quizá por eso, las izquierdas hayan caminado cada una por su lado a pesar de que los objetivos a cumplir sean prácticamente los mismos. Si hacemos un repaso de esas reivindicaciones históricas propias de la ideología de izquierdas, llegamos a la conclusión de que son parte esencial de cualquier partido de dicho espectro político. Sin embargo, lo que para sus bases es un hecho claro como el agua, para sus dirigentes nunca ha sido tan diáfano, sometiendo el «detalle» a la «categoría».

La Alianza PODEMOS -IU (y las confluencias más otras formaciones como Equo) suponen un verdadero espaldarazo a ideales como; redistribución de la renta y la riqueza, la igualdad efectiva de derechos, el concepto de sanidad pública universal, el estado como garante de servicios públicos denominados «básicos», una educación que genere igualdad, justicia al alcance de todos, reivindicaciones más modernas como la ecología y respeto al medioambiente entre otras. Y es que, anteponer los objetivos a las siglas es un ejercicio muy complicado, pero esta vez se ha conseguido. Estoy seguro que mañana, el idealista de izquierdas será un poco más optimista ante lo que se avecina. Respirará hondo y pensará que la tarea es más llevadera.

A la pega de carteles irá con «compañeros nuevos» que, aunque aún bajo otras siglas y en campañas separadas, persiguen el mismo objetivo. Donde antes había un «hermano ideológico» al que no sabía como llamar, ahora habrá un cómplice político. Pero a esta Alianza le falta un pedazo importante. El pedazo que ocupa el PSOE. Sus dirigentes están por otra cosa. Prometen ser de izquierdas pero a la hora de pactar lo hacen con Cs. Este partido sigue hundiendo sus pies en el barro de la incoherencia. Votar sí (juntitos al PP) a la modificación del artículo 135 de la Constitución que supedita los presupuestos de sanidad y educación al pago de la deuda no les da vergüenza ajena ni propia. Históricos socialistas han mantenido la tesis de la Gran Coalición PP+PSOE.

Un desastre ideológico que puede llevar a otro electoral y de consecuencias impredecibles.