(Lucia Carrera Domínguez)  “Grandes ideas en pequeñas dosis una estupenda iniciativa donde el talento tiene un oportunidad de ser compartido… Casi 7 minutos para exponer su proyecto su afición o su historia; la agilidad en el mensaje y el apoyo audiovisual son, en este sentido, las dos marcas de la casa del PechaKucha. También el talento de los invitados, que en estos días andan ultimando los detalles de unas intervenciones que tendrán lugar en un escenario de altura…”   Esto que acaban de leer, tenía su espacio ayer en la portada de un diario malagueño Hasta aquí todo estupendo, motivador, ilusionante… pero no, ¡sorpresa!: una vez más nos encontramos con esa imagen tan repetida en los medios de comunicación da igual que sea la del Consejo Empresarial de la Competitividad, la del comité de Dirección de un diario visitando al Rey, o la de una iniciativa cultural malagueña, a poco que rebusquemos más allá de las fotos que se realizan, estudiando la presencia políticamente correcta de mujeres, que ayuda a mantener lo que la filosofa Amelia Valcárcel, llama acertadamente el Espejismo de la Igualdad, el resultado siempre es el mismo:  las mujeres no salen en las fotos.     En esta muestra cultural, once hombres nos mostraran su talento, casualmente, solo una mujer los acompañará. Claro, eso debe ser porque solo han encontrado una, la mayoría de las mujeres no quieren participar, no les gusta, prefieren la tranquilidad, o cuidar a su prole, o incluso, ¿por qué no?  puede que ni siquiera haya ninguna más con talento y manejo audiovisual, ¿no?   A pesar de que la OCDE ya nos advierte del bajo nivel de nuestros conocimientos matemáticos, no hay ojo humano, aún sin usar las ciencias exactas, al que se le escape esta continua invisibilización histórica de la mujer.  ¿Qué pasa con ese 50,6% (INE 2013) de la población que siempre anda en una proporción tan desproporcionada en los eventos públicos culturales, políticos, deportivos, empresariales…  La imagen de la mujer está muy limitada a un tipo de noticias muy concretas, y a un tipo de publicaciones muy determinadas y muy “femeninas”, en el resto es una cuestión anecdótica.   Por no divagar demasiado, que en este tema es muy fácil, vuelvo a Pechakucha, para decirles que estoy segura que hay muchas mujeres con talento, que saben usar los medios audiovisuales y que estarían dispuestas a participar, pero sobre todo que no es responsable poner en marcha ningún proyecto cultural que no contemple una perspectiva de género real, que contribuir a la construcción de un imaginario colectivo donde la presencia de la mujer es anecdótica, es una irresponsabilidad social, y se nos llena la boca con el discurso contrario, con el de la necesidad de ser responsable socialmente y construir entre todas las personas, una sociedad donde los estereotipos de género se empiecen a dinamitar.   Los papeles sociales de las mujeres y los hombres del futuro, ya se están repartiendo, los repartimos entre todas las personas diariamente, con nuestras opiniones y nuestras acciones, también con los presupuestos públicos del Estado, que este año se han ahorrado los informes de impacto por razón de género con un sencillo «no presenta un impacto visible”…como dice nuestro sabio refranero….entre todas la mataron y ella sola se murió…   La ausencia de las mujeres y los hombres en muchos ámbitos de la vida, es una merma social por la que pagamos un alto precio y es el germen de la violencia de género. Es necesario, ahora que está tan claro el fracaso de este sistema patriarcal, que la mujer tome espacios donde pueda mostrar otras formas de hacer, de participar, de colaborar, de cooperar, de crear, de imaginar… Hasta ahora la mujer usa esas distintas formas de hacer para ir resolviendo en el día a día, a pie de calle y en su casa, las heridas abiertas por este sistema inhumano. Ya es hora de que también  pueda actuar desde la raíz y no solo sobre sus consecuencias.   Lucía Carrera Domínguez Soy miembro de Equo Málaga, porque creo que aún podemos construir un mundo sostenible.