(José Díaz) Por fin el PP se decide a se hace algo contra el arma más letal de que disponen los nacionalistas: la lengua. Al fin se mueven fichas para imponer la Constitución. Quizás hayan esperado demasiado tiempo para hacerlo. Probablemente el tiempo que se les ha dado a los nacionalistas para pasarse la Constitución por el sobaco ha sido suficiente para lavar el cerebro a muchos niños, no nacionalistas y ahora aquellos niños tienen edad de votar. Y los resultados los hemos visto en las últimas elecciones cada vez son más. Pero al fin las propuestas de UPyD   se    van realizando, quizás no exactamente como Rosa Diez viene exigiendo pero ya  saben: “ nunca es tarde si la dicha es buena”. No se trata de privar a los nacionalistas de la capacidad de embrutecer a los que voluntariamente prefieran estudiar en catalán sino de que no obliguen a todos los demás a hacerlo en esa lengua. De paso sea dicho, la lengua catalana debe ser protegida pues es digna de ello,  pero no impuesta.