(Jmm Caminero) Encerramos en una frase un estado del alma-cuerpo-mente, para intentar descifrar algo de lo que somos, o encerramos un estado de conciencia en relación a nosotros o en relación al exterior, para intentar movernos mejor en el mundo. Pasan siglos y milenios, y van pasando modos de interpretación del mundo…

Cansado, quizás la edad, quizás la gravedad de los pensamientos, quizás la mesura de las ideas, quizás el peso del aire de los recuerdos, Juan de Portoplano se sentó en una de las mesas de uno de sus bares que frecuentaba, y ya se le acercó el camarero sabiendo sus gustos, y a veces, con algunas aceitunas de refrigerio, que en definitiva, era una manera de no pensar lo pensado:

– Casi siempre detrás de las apariencias existen otras apariencias, y a veces, detrás de estas segundas apariencias existen otras apariencias, y después está el ser humano, que quién lo lleva o lo es o él mismo, no es consciente, igual que debajo del abrigo, está el jersey, debajo la camisa, debajo la camiseta, y después la piel, y debajo de la piel los órganos diversos. Pero entender y comprender esto, se tarda una vida, muchos nunca son conscientes de ello.

– Cuándo veas en el otro un error moral o psicológico o de otro tipo, examina, con mayor o menor profundidad que errores similares cometes tú. Aunque también te digo, que no sé si serás capaz de sobrellevar este autoanálisis y esta autocrítica.

– Que tus palabras sean verdaderas para el que las pronuncia, que tus escritos o tus cuadros sean verdaderos para ti mismo.

– Oír y escuchar de forma correcta, hablar de forma adecuada.

– Uno, tiene que intentar analizar de dónde han surgido sus heridas, y analizar mejor qué y quienes y qué cosas-razones-motivos son los causantes. Tú, tú en su misma situación, quizás habrías hecho lo mismo o incluso peor que lo mismo.

– Juzgas con demasiada liviandad los actos de los demás, porque no sabemos lo que tú harías en su misma circunstancias. Ten misericordia de ti mismo, ten piedad de los otros, aunque continúes tu camino.

– Imagina que existen cien tipos de actos, ningún ser humano obra mal en todos los tipos o formas de actuar. Puede existir un cuadro completamente negro, pero por lo general, unos tienen un trozo de negro, otros un poco, y cada uno en un lado diferente.

– Aquel gran Marco Aurelio, escribió o le achacan que redactó, las siguientes palabras: “¡Qué cruel es no permitir a los hombres que se conduzcan según lo que les parece conveniente y ventajoso!” (VI, 27). ¿¡El mismo que escribió esto persiguió a los cristianos…!?

– ¿Por qué los humanes, alguna vez, desean y anhelan la muerte? ¡Ciertamente, la mayoría, solo en unos momentos y después olvidan este impulso…!

– No olvides que si te pones unas gafas de un color verás el mundo de ese color, y si te pones otras de otro color, percibirás el mundo de otro color. No lo olvides al ver-sentir-concebir el mundo.

– Dentro de nada, existirán seres con inteligencia artificial, sea de un modo o sea de otro, entonces tendrás que escuchar su parecer sobre el existir y la existencia…

– Cuándo actúas de algún modo, debes preguntarte si tu modo de actuar sería conveniente para todos los seres humanos, en todas y en cualquier circunstancia.

– Te miras al espejo y te preguntas, de dónde han surgido esas arrugas exteriores, de dónde esas arrugas interiores.

– ¿Posiblemente la mayoría de seres humanos, estemos equivocados, en mayor o menor medida, en la mayoría de temas o cuestiones…?

– Tu acto, puede influir en otros actos de otras personas. Procura, sin caer en escrúpulos, en actuar del modo más correcto y conveniente, para ti y para los demás.

– Aceptamos y nos aceptamos de tener una cierta falta visual, sea miopía o de otro tipo, pero difícilmente aceptamos que tenemos una cierta falta psicológico o, y psicológico moral o psicológico conductual y conceptual y moral.

– Saber en qué y en cuánto nuestros errores son consecuencia de nuestros actos, y en cuánto y en qué de los demás. Llegar a saber y entender esto, quizás, solo lo consigue una minoría. También los aciertos y las verdades.

– Hasta dónde la omisión y hasta dónde la acción, sea en palabras, en deseos, en emociones, en actos, en pensamientos…

– Debo aceptar que llevo toda la existencia autoexaminándome a la luz del saber ortodoxo, al saber de las éticas más correctas, ante los ojos de los grandes pensadores, y no sé, después de décadas y décadas si he avanzado mucho en ese saber y en ese conocer y en ese entender y en ese ser y estar adecuado.

Juan de Portoplano dijo adiós a los convecinos de las mesas y del bar, dijo adiós a las personas que gestionaban dicha taberna, y se alejó por los vericuetos de su conciencia entre las redes de las cuadrículas no rectangulares de su espacio de habitabilidad desde hace décadas.

http://twitter.com/jmmcaminero        © jmm caminero (12 abril-07 julio 2017 cr).

Fin artículo 877º: “Silencios de Juan de Portoplano”.

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