(Elizabeth Santángelo)La salud del individuo está íntimamente relacionada con su manera de verse a sí mismo.
Si uno acepta que su origen verdadero es espiritual, por ser Dios el único creador, está aceptando una realidad no perceptible, pero que es auténtica y verdadera.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) investiga la relación entre Espiritualidad/religión/creencias personales. En esta faceta se examinan las creencias de la persona y cómo afectan a la calidad de su vida. Puede ser que la ayuden a afrontar las dificultades de su vida, estructuren su experiencia, infundan significado a las cuestiones espirituales y personales y, más en general, brinden a la persona una sensación de bienestar. Esta faceta comprende tanto a personas con creencias religiosas diferentes (por ejemplo, budistas, cristianos, hindúes, musulmanes) como a individuos con creencias personales y espirituales que no vivan con arreglo a una orientación religiosa determinada
(http://apps.who.int/medicinedocs/es/d/Js4930s/9.10.8.html).
El cambio mental es importante para resolver desde “adentro” los inconvenientes que pueden existir “afuera”.
Hay un relato bíblico de un hombre que vivió en la época de Jesús, que había estado 38 años enfermo; él esperaba el movimiento del agua del estanque, porque se creía que cualquiera que llegaba al estanque, después del movimiento del agua, quedaba sano de su enfermedad. Pero Jesús al verlo le dijo: “¿quieres ser sano?, y la razón que dio este hombre fue que no había quién lo metiera en el estanque. Mientras que Jesús respondió: “Levántate, toma tu lecho y anda”. En realidad lo que le estaba transmitiendo era confianza, sabiendo que allí mismo podía tener igual oportunidad que otros, y que solo dependía de él y de su profundo deseo de estar sano, dejando “creencias” de lado.
Si bien el cristianismo es una enseñanza práctica de cómo alcanzar la espiritualidad, profundizando sobre la naturaleza del ser, es oportuno destacar que todos podemos contar con herramientas que nos conduzcan a un cambio radical de pensamiento y de creencias que tal vez nos tengan amarrados a alguna situación, hacia una búsqueda de la identidad espiritual, libre y completa, que ahora mismo nos pertenece.
Cuando creemos haber perdido la salud, a partir de este cambio de pensamiento, lograremos comprobar que no solo podemos recuperarla, sino también observaremos una transformación en nuestro carácter y una actitud positiva ante la vida y las experiencias.
Este modo de ver la realidad siempre me ha aportado mucha paz y dominio, siendo significativas a la hora de pensar en mejores condiciones y calidad de vida. Comprobé que no solo mi carácter ha sido cambiado sino que transformó mi vida integralmente.
Elizabeth se desempeña como Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana, para Argentina.
Contacto: Argentina@compub.org – www.lasaludHOY.wordpress.com