El alcalde critica que la contradicción del Gobierno Andaluz perjudica de forma grave a la generación de empleo en la provincia. “Ningún municipio salvo el nuestro se ha dado tanta prisa en desarrollar el Área de Oportunidad que la propia Junta autorizó”, recalca .
El alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad y confianza respecto al futuro de la Ciudad Aeroportuaria, eso sí, siempre y cuando la Junta de Andalucía “haga sus deberes”. El regidor ha recordado que la solución y desbloqueo definitivo del desarrollo del Área de Oportunidad A-3 donde irá enclavada la tecnópolis logística corresponde en exclusiva a la institución que causó el problema en 2012: el Gobierno Andaluz. “La pelota de la Ciudad Aeroportuaria está más que nunca en el tejado de la Junta”, ha recalcado.
Villanova asegura que las reservas que la Delegación de Medio Ambiente de la Junta estableció en su Informe Previo de Valoración Ambiental en febrero de 2012, por el que condicionaba el desarrollo del 40% del suelo de la Ciudad Aeroportuaria, “carecen de sentido y son injustas y exageradas”. Esta tajante afirmación viene avalada por las conclusiones que recogen dos informes de empresas especializadas. Por un lado, Biogea Consultores relativiza el daño que las especies aviares supuestamente podrían sufrir por la incidencia de la tecnópolis, puesto que esas aves tienen presencia solo en la ribera que bordea el arroyo del Valle y en todo el trazado del río Guadalhorce. Y además, se da la circunstancia de que el perímetro que separa esta zona del sector A-3 es lo bastante extenso como para que no exista amenaza para la fauna, tal como ya preveía el POTAUM de 2009 y el propio avance del Plan General de Ordenación Urbana de Alhaurín de la Torre, con una franja de 500 metros. A mayor abundamiento, el informe propone que, para minimizar aún más la posible afección de las obras a las aves -las cuales, por cierto, anidan en toda la ribera del río y no exclusivamente en la franja más cercana a la Ciudad Aeroportuaria-, se debería evitar las actuaciones más próximas a los cauces en los meses en que las especies tienen presencia. Y, cómo es lógico, incide en la necesidad de que los ulteriores Planes Parciales que desarrollen la Innovación de Planeamiento incorporen las medidas de corrección y control ambiental.
Villanova cree que es “anecdótico y un pretexto bastante endeble” hacer creer a la ciudadanía que no hay otra opción para la protección de la flora, fauna y acuíferos del sector salvo la de “suprimir de un plumazo” hasta seis de las áreas integradas en el Área de Oportunidad Ciudad Aeroportuaria. Y máxime cuando el propio documento del POTAUM de la Junta de Andalucía, aprobado en julio de 2009, daba perfecta validez al futuro uso de la totalidad de las 480 hectáreas. Conviene no olvidar que el POTAUM llevaba aparejado su propio Estudio de Impacto Ambiental y nada se dijo entonces al respecto de los supuestos problemas de biodiversidad.
“Esta contradicción entre la Junta en Sevilla y la Junta en Málaga es un lastre absurdo y perjudica enormenente la generación de empleo y riqueza en toda la provincia, al poner en peligro uno de los equipamientos logísticos más importantes de la historia”, sostiene el alcalde.
No obstante, muestra su esperanza en que el actual delegado territorial, Javier Carnero, “se dé cuenta de la cadena de errores en los que ha incurrido su departamento” y termine dando validez al texto inicial “que aprobó por Decreto el presidente de la Junta de Andalucía”.
Villanova concluye: “Nadie puede dudar de la determinación de este alcalde y de este Equipo de Gobierno y su clara apuesta por la Ciudad Aeroportuaria: somos el primer y único municipio de la provincia que se ha puesto a trabajar para desarrollar el Área de Oportunidad que la propia Junta autorizó, con respeto escrupuloso a la normativa y con todas las protecciones medioambientales necesarias. Decir lo contrario es, simplemente, mentir”.