La concejala de Medio Ambiente, Marina Bravo, entre los más de 70 responsables locales de España y Europa que apoyan la Declaración de Sevilla, emitida en el marco de la Jornada de Economía Circular organizada por la FEMP
Alhaurín de la Torre es uno de los municipios firmantes de la llamada Declaración de Sevilla, un texto en el que se reconoce que el papel de las ciudades es fundamental para la implantación del nuevo modelo de desarrollo que representa la economía circular, una fórmula en la que la revalorización de los residuos, la preservación de los recursos y la tendencia hacia el vertido cero abre la puerta al crecimiento sostenible y a la competitividad. Por ello, los municipios, las Entidades Locales, son la llave de la economía circular, son la primera línea para la implantación de la Economía Circular. 

Así lo reconocieron el presidente de la Red Española de Ciudades por el Clima de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias), Juan Espadas, y el presidente del Consejo de Municipios y Regiones de Europa (CMRE), Stefano Bonaccini, durante la presentación de esta Declaración de Sevilla, un texto elaborado sobre la base de los trabajos que se han llevado a cabo en la Jornada de Economía Circular que se celebró esta semana en la capital hispalense, organizada por la FEMP, el Ayuntamiento de Sevilla y Ecoembes, y que resume en once puntos las líneas de actuación a las que se comprometen las ciudades para favorecer la economía circular.

El respaldo a esta Declaración supone el compromiso local con la Declaración de París y con las exigencias contenidas en el paquete de economía circular aprobado recientemente por el Parlamento Europeo, un compromiso con el “cambio de modelo productivo”. Pero “no es solo una cuestión de regulación -ha asegurado Juan Espadas-, tenemos que ser nosotros los que promovamos los cambios en las pautas de comportamiento, otro tipo de demandas y de consumo responsable, otro modo de gestionar y, además, quienes aprovechemos las oportunidades del nuevo modelo económico”.
Para Stefano Bonaccini, la economía circular abre una nueva y gran oportunidad a otro modelo de desarrollo, y también nuevas oportunidades de empleo en un marco más sostenible. Comprometido con esta idea y con la relevancia de las ciudades en la implantación de la economía circular, Bonaccini ha asegurado que “el CMRE apoyará este objetivo, convencido de que sólo con las ciudades y territorios se puede llegar a una economía sostenible”.
ALHAURÍN DE LA TORRE FOMENTA LA REDUCCIÓN DE LA GENERACIÓN DE RESIDUOS
La Declaración de Sevilla ha recibido el respaldo de casi 70 responsables locales de España y otros países europeos, entre ellos la concejala de Medio Ambiente de Alhaurín de la Torre, Marina Bravo, quien también forma parte de la Comisión de Medio Ambiente de la FEMP. Se parte de la seguridad de que el futuro de la humanidad no puede construirse sobre un modelo lineal, en el que el consumo de recursos y la generación de residuos excesivos acaba creando una presión que el planeta no puede soportar. Esta situación también ha alertado desde hace tiempo a las instituciones europeas hasta el punto de que el Parlamento Europeo daba su aprobación al paquete de medidas para favorecer la economía circular. 
“Poco a poco tenemos que ir dando pasos en favor de un desarrollo y una economía sostenible y los municipios tenemos que jugar un papel clave para ello. Tenemos que entender que hay muchas formas de aprovechar los residuos, no solo reciclarlos, sino reutilizarlos para que empiecen a ser tenidos en cuenta como un recurso”, ha apuntado Marina Bravo. Hay que recordar que este concepto ha jugado un papel clave en los últimos Programas de Educación Ambiental organizados por el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, que llegan cada año a más de 1.200 jóvenes estudiantes de los colegios e institutos, y que han incluido por ejemplo el fomento del cambio de hábitos con el uso de portabocadillos, fiambreras o envases reutilizables. Con el lema de ‘Conocer + Cambiar = Residuos 0’, la FEMP premió incluso a Alhaurín de la Torre por este proyecto, todo un reconocimiento en el ámbito nacional por la promoción de hábitos basados en la prevención y generación de cero residuos.
Para ello, se utilizó una metodología basada en talleres y dinámicas centradas en el ciclo de vida de los materiales, el consumo responsable o los cambios de hábitos. Dentro de la iniciativa, se llevó a cabo un concurso muy especial en los recreos: determinar la cantidad de residuos de envases y embalajes que cada clase genera y el número de envases reutilizables que se aprovechaban.