Antonio Serrano Santos: (Traducción directa, del griego al andaluz coloquial, del evangelio de Lucas). Ya te dije, amigo Teófilo, que me informé, con to detalle, sobre  Jesús, na menos que de la mismísima María. Vamos, cosas que nadie podía saber na más que ella. Ella que” conservaba todas las cosas, meditándolas, en su corazón”. Ahora te voy a contar na menos cómo fue el Nasimiento de Jesús. Agárrate.

Al entonse mandamá de los romanos, un tal César Augusto, se le ocurrió la bonita idea de sabé cuánta gente tenía en su imperio. Vamos, pa presumir. A la pobre gente no le hiso la mardita grasia. Tenía que ir ca uno al lugar donde nasió y empadronarse. El pobre José, que era pobre y honrao, “ si es que un pobre puede ser honrado”, como dice Cervantes, era de Belén, como su mujé, María. Y José y el mismo Jesús, fueron unos pobres chapuceros que al llegar José a Belén, no tenían donde caerse muertos. Como dijo uno de sus discípulos:  ¿ De Nazaret puede salir algo bueno?”

El pobre José no tenía a mano ni el Ave ni un triste helicóptero. Solo podía presumir de una cansina mulilla o burra, que, según dos enteraillos sabelotó, muy importantes en el mundo intelectual,  acaban de desí,  era como tener un Mercedes o un BMV  en un pueblo tersermundista como Nazaret. Vamos que de pobres, na de na. Que aprendan San Fransisco de Asís, y tos los que hasen voto de pobreza. Es que no han leío bien el evangelio.  Listos que son estos sabiondos que no sanleío  el evangelio, ni por el forro, eso de “ El Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza”. Y  “ bienaventurados los pobres…” Lo malo es que habrá panolis que se lo crean. Cultos toitos que son también.  Y José y el mismo Jesús, fueron unos pobres chapuseros que, al llegar José a Belén, no tenían donde caerse muertos. Como dijo uno de sus dissípulos:  “¿ De Nazaret puede salir algo bueno?”.

Pos bueno, ahí tenemos al “ pobre” José aparejando la mulita, su “Mercedes”, y subiendo a María, preñá de nueve meses, en ese último modelo de transporte. Si es que eran ricos. Si es que no nos enteramos. Que son ricos, ¡mardita sea mi estampa!, y yo sin saberlo.  Camino ya de Belén, que está muy serquita, unos 176 kilómetros na más. Vamos, unos diitas de turismo. Tomar los baño y ponerse en el río Jordán  morenos  como los guiris de piel más tostaos que unas gambas a la plancha. María, que abre su tape con caviar del bueno, no el sintético, gambitas de Huelva,  lonchitas pata negra y la servesita también negra, o un buen Rioja; bueno, María, claro, un zumito San Simón. Toito de paso pa Belén.  ¡ Ozú, ozú…! Es que eran  ricos…

En Belén se ve que no tenían familia, o les dieron con la puerta en las narises como tos los demás. Y eso que eran  ricos.  Unos pastorsillos, tenían que ser pastores,les dijeron de una cueva donde se recogían animales. Había un buey, y con la mulilla, le darían  calorsillo con su aliento al pobre bebé. José se había olvidao de traer un calentador, último modelo, de esos con mando a distansia. Y la nevera portátil Combi. En ese hotel de sinco estrellas se acomodaron hasta que el Niño nasió. María que estaba en to, como toas las madres, lo envolvió en los pañalillos y arregló las pajas del pesebre para que no le picaran a su Niño. También se olvidó del colchonsito Lo Mónaco y el edredonsito de plumas. Raro en una mamá que va a tené un crío.

Pero bueno, Teófilo, ellos no estaban tristes. La alegría de ver al Niño ¡ y qué Niño ¡, les dejaba embobaítos. No muy lejos, unos pastores velaban al raso cuidando de sus ovejas. De pronto, el escenario se iluminó y un coro de ángeles aparesió. Uno dijo: “ No temáis. Os anuncio una gran alegría: Os ha nacido en la ciudad de David el Salvador. Esta es la señal: encontrareis a un niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre” Y cantaron los ángeles” Gloria a Dios en los cielos y paz en la tierra a los hombes de buena voluntad”. Un niño en pañales…, un pesebre…Ni el Hotel Hilton, ni en Dubai.. Desían los villancicos: “ La Virgen se está peinando entre cortina y cortina, los cabellos son de oro y el peine de plata fina. Vaya, no lo sabía yo. Es que eran ricos. ¿ Es que Dios Padre no tenía más parné que los jeques árabes, esos del petróleo, y prepararle a su Hijo lo que haría un padre muy rico con su heredero? Pero, claro, ¿ para qué, si ya eran ricos? Mientras, los villansicos siguen: “ La Virgen lava pañales y los tiende en el romero, los pajarillos cantando y el agua se va riendo…mira como beben los peces en el río…por ver a Dios nasío…”.

Y ya sabes, Teófilo, pa tener paz, y muchas cosas buenas, buenas de verdad, hay que ser “ ricos”.