(Daniel Núñez) Había que ganar y se ganó. La derrota dejaba un plantel muy negro, pero no se falló. Y eso que Gádor, descendido, vino a El Limón con poco que perder. Sin presión, los almerienses demostraron por qué están en Segunda B. Se llegaron a poner por delante en la segunda parte, pero dos goles de Claudio y otro de Pablo certificaron una remontada que bien puede valer seguir una temporada más en la categoría de bronce del fútbol sala. Habrá que esperar para saberlo.

El Kent salió a ganar. Gádor supo jugar con la presión de los amarillos y no estuvo muy lejos de puntuar. Y así empezó el encuentro. Los locales, más obligados, llevando la iniciativa; los visitantes, en busca de contras. Pero estos últimos, que son los que más goles han encajado (122), mantuvieron una gran defensa en la primera parte. Salvo algún acercamiento de Mario y Germán, los de verde y naranja sufrieron poco. De hecho, la más clara fue para ellos. Pero apareció Placi para salvar a bocajarro el primero de los de Almería.

La más clara llegó al borde del descanso desde los diez metros. Gádor hizo la sexta falta y Pepiyo preparó el balón en la zona de doble penalti. Pero la primera mitad iba a acabar sin goles. Y eso que Plácido tuvo que aparecer unos minutos antes, al igual que apareció Álex Sanz en el minuto 17 en busca de ese primer gol que ayudase a encarar la segunda parte con otros aires. Al final, todos los goles llegaron tras la salida de vestuarios.

Sin Bolilla, sancionado con dos partidos, Pláci había sido el portero titular elegido por Manolo. Pero la segunda comenzó con cambio en la portería. Ahora era el turno de Gamboa. Pero pronto llegó el gol de Gádor tras un fallo en la marca. No podía empezar peor para el Kent, que ahora estaba obligado a remontar. Pero se agitó el partido. Tras el gol visitante, llegó la expulsión (también visitante) y, con ello, el gol de Claudio. Los locales aprovecharon la situación de superioridad numérica para empatar el choque tras los primeros cinco minutos de la segunda mitad.

Y varios segundos después, cuando el reloj marcaba las 19:10 horas de la tarde, volvió Claudio Da Silva para poner por delante a los amarillos. Y Gádor respondió rápido. Sin embargo, ahí estaba Gamboa para mantener la ventaja en el marcador. A partir de aquí, sucesión de ocasiones para los alhaurinos que finalmente acabó con el tercero del Kent. Pablo Lloret, que con este gol suma diez goles en la segunda vuelta, hizo el gol de la tranquilidad, aunque aún quedaba partido.

La expulsión, por una agresión por la espalda a Germán, determinó el choque, no solo porque con ella llegó el gol de Da Silva, sino porque el jugador que abandonó la pista había sido el más destacado hasta el momento. El Victoria Kent trabajó para que no pasasen muchas cosas. Y, de hecho, lo consiguió. Los últimos minutos no fueron los más entretenidos para el espectador, pero lo importante era ganar. A falta de dos minutos llegó la sexta de los locales. Para el doble penalti entró Plácido. Estelar y salvador para evitar el segundo tanto de Gádor y, así, tener un final algo más ‘Plácido’.

Objetivo cumplido. La primera prueba está superada. Si a priori podía ser la más fácil, Gádor demostró que no iba a ser así. Tocó sufrir y al final se ganó. Ahora hay que pensar en la próxima cita: la salida a Peligros. Un partido difícil pero que se concibe como otra nueva final. Una semana para preparar un encuentro en el que los granadinos no se jugarán nada, solo el honor de acabar en los puestos de la primera mitad de la tabla.