GLOSA A LO DIVINO Y HUMANO

¡OH, buen Dios, ¡Padre bueno!,

que me hiciste a tu imagen y semejanza, (1)

no quiero hacer, por miedo,

lo que, por amor, me mandas. (2)

Imagen y expresión tuya

es el buen Jesús.

Ya sabemos, ¡Oh, buen Dios!,

cómo eres Tú. (3)

Atravesar el túnel de la muerte,

es ir al encuentro tuyo.

Tus brazos nos esperan, Padre bueno,

al despertar del sueño de esta vida. (4)

Hijo pródigo, a tu encuentro,

saliendo de esta horrible pesadilla,

la esperanza del perdón me anima;

la fe en tu amor de Padre

me llena de alegría.

No soy digno de llamarme hijo tuyo,

y Tú me llamas hijo, todavía. (5)

Antonio Serrano Santos

(1) “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. (Génesis, 1,26)

(2) “El que teme no es perfecto en el amor. El amor echa fuera el temor”. (1ª. Jn,4,18)

(3) “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en Mí”. “Si me habéis conocido, conoceréis también a mi Padre. Desde ahora le conocéis y le habéis visto. Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. – Jesús le dijo: Felipe, ¿tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me habéis conocido? El que me ha visto a Mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: ¿Muéstranos al Padre? ¿No crees que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mi? Las palabras que Yo os digo no las digo de mí mismo; el Padre que mora en mí, hace sus obras. Creedme que Yo estoy en el Padre y el Padre en mí; al menos, creedlo por las obras”. “Vosotros me veréis. En aquel día conoceréis que Yo estoy en mi Padre, y vosotros en Mí y Yo en vosotros.” (Jn.14,1-2. 7-11)

(4) “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá.; y todo el que vive y cree en Mí no morirá para siempre”. “Padre nuestro que estás en los cielos…”. (Jn. 11,25-27) “Y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos”. (Apoc. 21,4)

(5) El hijo más joven… después de gastarse toda la herencia… sintió necesidad… se puso a cuidar puercos… y no le dejaban comer la comida de los puercos. Volviendo en sí …dijo: “Iré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de llamarme hijo tuyo. Levantándose, se vino a su padre. Cuando aún estaba lejos, le vio el padre y, compadecido, corrió a él y se arrojó a su cuello, y le cubrió de besos”. (Lc.14, 11-32)

Jesús es Dios. Dios es como Jesús. El hombre es imagen de Dios y se realiza haciéndose semejante a Jesús.

(1) Charles Hard Townes (1915 – 2015). Compartió el premio Nobel de física 1964 por descubrir los principios del láser. «Como religioso, siento la presencia e intervención de un ser Creador que va más allá de mí mismo, pero que siempre está cercano… la inteligencia tuvo algo que ver con la creación de las leyes del universo».

(2) Carl Friedrich Gauss (1777 – 1855). Uno de los más grandes matemáticos y científicos alemanes: «Cuando suene nuestra última hora, será grande e inefable nuestro gozo al ver a quien en todo nuestro quehacer solo hemos podido vislumbrar».

(3) Augustin Louis Cauchy (1789 – 1857) Insigne matemático: «Soy cristiano, o sea, creo en la divinidad de Cristo, como todos los grandes astrónomos, todos los grandes matemáticos del pasado».

(4) Erwin Schrödinger (1887 – 1961). Creador de la mecánica ondulatoria, premio Nobel 1933: «La obra maestra más fina es la hecha por Dios, según los principios de la mecánica cuántica».

(5) Allan Rex Sandage (1926 – 2010-). Astrónomo profesional, calculó la velocidad con la que se expande el universo y la edad del mismo por la observación de las estrellas distantes: «Era casi un ateo práctico en la niñez. La ciencia fue la que me llevó a la conclusión de que el mundo es mucho más complejo de lo que podemos explicar. El misterio de la existencia solo puedo explicarlo mediante lo sobrenatural».

Jesús es Dios. Dios es como Jesús. El hombre es imagen de Dios, dotado, como El, de inteligencia, libertad y voluntad con las que puede crear con el Creador y perfeccionar la Creación, según su mandato: “…y dominad la tierra”. Con un progreso paralelo en la materia y en el espíritu. Y moralmente haciéndose como Jesús.

“Pero no ruego, Padre, solo por éstos, sino por cuantos crean en Mí por su palabra, para que todos sean uno …

…y el mundo crea que Tú me has enviado”.