Los actos se han prolongado durante todo el fin de semana y se ha registrado una gran participación a pesar del mal tiempo. La procesión del santo el sábado fue el momento central del programa organizado por la asociación de vecinos en colaboración con el Ayuntamiento

Como cada año, la barriada de Viñagrande ha celebrado las fiestas en honor a San Francisco de Paula. El primer acto tuvo lugar el viernes, con la ofrenda floral al santo en la Ermita del Alamillo, donde acudieron numerosos vecinos del municipio, entre ellos el alcalde Joaquín Villanova, algunos miembros de la Corporación Municipal, junto con integrantes de otras cofradías.

La presidenta de la Asociación de Vecinos de Viñagrande, María Jesús Morales, afirmó que están muy contentos desde el colectivo por la buena acogida que recibió el santo durante la ofrenda floral. Por ello, tuvo palabras de agradecimiento para el Ayuntamiento y para todas las asociaciones que acudieron a arropar a San Francisco de Paula.

Por otro lado, aseguró que organizar estos días de fiestas requiere mucho esfuerzo, sin embargo, se ven recompensados con el “cariño de todo el mundo”. “Siento mucho orgullo por pertenecer a este pueblo tan solidario y a esta gente tan buena que siempre está cuando lo necesitamos”, señaló Morales. Asimismo, recalcó que en todos los talleres que realizan en su centro social pueden asistir personas tanto de la barriada como de otros puntos del municipio.

Ya el sábado tuvo lugar el acto central del programa organizado por la asociación vecinal en colaboración con el Consistorio, con la solemne misa y la posterior procesión, con salida desde la ermita. Debido a la amenaza de lluvia, se acortó el itinerario. Sin embargo, esto no mermó la ilusión de los asistentes, quienes acompañaron a la imagen durante toda la procesión. El alcalde junto a otros miembros de la Corporación Municipal, también arroparon al santo.

El primer edil resaltó que la Asociación de Vecinos de Viñagrande siempre se compromete con todas las actividades del municipio y se esfuerza para que sus fiestas salgan de la mejor manera posible acogiendo no sólo a los vecinos de la barriada, sino también a personas de otros puntos del municipio e incluso de otras provincias. Además, hizo hincapié en que las labores de los colectivos del municipio son fundamentales para que el Ayuntamiento desarrolle unas funciones más completas.

Por otro lado, recordó que este es un trono portado tanto por hombres como por mujeres, algo que demuestra que en Alhaurín de la Torre se apuesta y confía en el papel de la mujer en el mundo cofrade. El capataz del trono, Manuel Rielves, se mostró aliviado porque finalmente la lluvia no impidió que la imagen recorriese las primeras calles de la barriada. También afirmó que detrás de este día había mucho esfuerzo por parte de todos los miembros de Viñagrande. Alrededor de las siete y media de la tarde, San Francisco de Paula volvió a la Ermita donde fue despedido entre vítores y lágrimas de emoción.

Ya el domingo, Viñagrande despidió sus fiestas con la tradicional gran paella popular, en la que numerosas personas se reunieron para disfrutar del último día de actividades. El concejal de Fiestas, Pablo Montesinos, y el edil de Turismo, Mario Pérez, acudieron al evento para disfrutar con los vecinos de una intensa jornada.

Pasadas las tres de la tarde, se procedió al reparto de platos de paella para todos los asistentes, no sólo vecinos de Alhaurín de la Torre, también personas de otros puntos de la provincia como Cártama. Además, se contó con un ‘stand’ de la asociación juvenil ‘Eo, Eo’ para animar al público con numerosos juegos, como pintacaras para los más pequeños de la barriada.

Pablo Montesinos, apuntó que el balance había sido muy positivo. “A pesar de la lluvia del sábado, hubo una procesión muy bonita y muy participativa”, apuntó el edil. Asimismo, recalcó que para la Concejalía de Fiestas, la labor que desempeñan los diferentes colectivos del municipio es esencial, ya que sin su participación “sería imposible” realizar los eventos.