Se reorganizarán los recursos para favorecer, cuando pase la crisis sanitaria, el impulso y la dinamización económica de la provincia

Ya se ha decidido triplicar el importe dedicado a las ayudas sociales para las familias más desfavorecidas

La Diputación de Málaga está trabajando desde hace dos semanas en una gran modificación de su presupuesto para poder poner en marcha un plan extraordinario de inversiones que contribuyan a paliar los graves efectos que ya está provocando la crisis sanitaria del coronavirus Covid-19. Este año, el presupuesto consolidado de la institución provincial asciende a 305,7 millones de euros.

La vicepresidenta segunda de la Diputación de Málaga, Margarita del Cid, explica que en las dos últimas semanas se están manteniendo reuniones con todas las delegaciones para reestructurar las partidas presupuestarias con dos objetivos: dar cobertura de gasto a acciones de emergencia que se están llevando a cabo y que no estaban previstas -como la compra de material y el refuerzo de personal con nuevas contrataciones en los centros especializados-, y, sobre todo, para acometer un plan extraordinario de actuaciones.

En este sentido, se está analizando qué partidas del presupuesto actual no se van a poder utilizar este año por las circunstancias excepcionales provocadas por el coronavirus o pueden dejar de ser prioritarias.

El plan extraordinario que se ponga en marcha se nutrirá tanto de la cuantía de esas partidas presupuestarias que puedan darse de baja, aún por determinar, como del importe del remanente de tesorería del presupuesto de 2019, cifrado en unos 30 millones de euros. Una vez que se concrete la cantidad final, se establecerán los programas y los planes prioritarios, así como su dotación económica.

Al respecto, Margarita del Cid destaca que la reorganización de los recursos de la Diputación se dirigirá a favorecer el impulso y la dinamización económica de la provincia, especialmente en los sectores más afectados, como puede ser el turístico y en general todo el sector servicios; a reforzar la ayuda a los colectivos más desfavorecidos y a apoyar a los pequeños municipios a reponerse de esta situación.

De momento, la primera decisión adoptada por el equipo de gobierno -dados los efectos que la crisis está teniendo ya en las familias más vulnerables- ha sido triplicar el presupuesto destinado a ayudas sociales, que pasará de los 1,2 millones contemplados inicialmente a un total de 3.435.800 euros, que se destinarán a tres líneas: convivencia e inserción social, adaptación de viviendas y ayudas por natalidad.

El resto de actuaciones que se concreten y se incluyan en el plan extraordinario se podrán poner en marcha cuando termine la crisis sanitaria y pase el periodo de confinamiento.