La inusual cadena de borrascas que ha afectado a la provincia y al sureste andaluz desde finales de febrero, con registros récord de precipitaciones, dejan en el dispositivo de medición instalado en la institución académica de Alhaurín de la Torre, que es uno de los centros educativos de Andalucía Oriental que colabora con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), un acumulado de más de 270 litros por metro cuadrado con un pico de 91,6 recogidos en tan solo 24 horas (día 13)

El sol vuelve a lucir en la provincia española a la que da nombre y por la que es conocida en todo el mundo. Casi un acontecimiento tras cuatro semanas en las que las nubles, la humedad, las bajas temperaturas y las lluvias persistentes, hasta con barro del que quedan secuelas en todos los municipios del interior y de la Costa; no han dado tregua. La cadena de borrascas que ha transitado hasta hace un par de días el Sureste andaluz en un arranque de primavera atípico, ha dejado también registros pluviométricos de récord en Alhaurín de la Torre, como ha constatado la Estación Meteorológica del Colegio El Pinar, punto oficial del tiempo de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que tras este temporal deja un acumulado de más de 270 litros por metro cuadrado en las cuatro semanas más lluviosas de un marzo que será recordado por romper la dinámica seca que se había instalado durante un invierno sin precipitaciones. El dato equivale prácticamente a la mitad de la lluvia que cae durante un año promedio en Málaga y que la serie histórica sitúa entre 485 libros por metro cuadrado y 535.

El detalle de los datos muestra que 14 de los 31 días que conforman el mes fueron ‘húmedos’ con acumulaciones de lluvia significativas de más de 23 litros por metro cuadrado en 24 horas -cuatro días- y entre los que destacó la descarga de más de 91 litros caídos en la jornada del día 13; una de las más lluviosas de la serie histórica para marzo. De la misma forma, en el ecuador de esta sucesión de frentes -día 15- llegaron a recogerse un total de 55 litros por metro cuadrado y sólo en los diez primeros días del mes se contabilizaron casi 170.

Los registros son aún más sorprendentes si se comparan con el mismo mes del año anterior -2021- cuando apenas se sobrepasaron los 26 litros entre el 1 de marzo y el 1 de abril y si se tiene en cuenta, además, el extraordinario ciclo seco que estaba afectando a el Sur peninsular; una situación que ha obligado en recientes fechas a la declaración del estado de emergencia por sequía.

FENÓMENOS EXTREMOS

Al cierre de la pasada temporada estival, la Estación Meteorológica de El Pinar constató un incremento sostenido de temperatura media de 1,3 grados centígrados respecto a los meses de julio y agosto de 2020; otro fenómeno que apunta en la dirección del cambio climático. Los registros computados en el dispositivo del recinto educativo mostraron una temperatura media total de 27 grados en julio de 2020; números que contrastan con los 28,3 del mismo mes de este pasado verano.

Pese a que suelen ser los valores máximos los que más llaman la atención en los canales habituales, los datos de la estación meteorológica de El Pinar arrojaron otras claves no menos significativas que son las relacionadas con el paulatino incremento de las temperaturas mínimas absolutas. La variación interanual en este capítulo mostró una elevación de casi dos grados entre las mínimas de agosto de 2020 y las de 2021, que superaron la media mensual de los 25 grados.

El calentamiento global está provocando fenómenos climatológicos radicales en latitudes nunca antes vistas como está ocurriendo en la provincia de Málaga, donde la escasez progresiva de precipitaciones y acentuada en los últimos años por la sequía se ve interrumpida por episodios de lluvia extrema como los que tuvieron lugar en el invierno de 2021; incidencias que también registró la Estación de El Pinar, que entre el 7 y el 8 de enero del citado año recogió 354,4 litros por metro cuadrado en el momento álgido del paso del temporal ‘Filomena’ al otro lado de la cara Norte de la Sierra de Mijas, una cifra que sigue ostentando el récord de precipitación acumulada desde la instalación de este complejo de medición en el recinto educativo; es decir, en la última década.