La barriada El Romeral puso punto y final a sus fiestas patronales con la procesión de la Virgen de Fátima, a la que acudieron numerosos vecinos y miembros de la Corporación Municipal, entre ellos, el alcalde Joaquín Villanova y el concejal de Fiestas, Pablo Montesinos. El desfile procesional estuvo acompañado por las damas, reinas y místers de este año, la banda municipal y, como es tradición, por los niños que han hecho su Primera Comunión.

Esta procesión es una de las más antiguas de la historia de Alhaurín de la Torre, con más de 50 años de trayectoria y cada año se supera por la gran afluencia de público. Minutos antes de pasar por la sede del colectivo, uno de los portadores, Antonio Enamorado, se animó a cantar una saeta a la imagen y consiguió emocionar a todos los asistentes. Al llegar la titular a la sede de la Asociación de Vecinos El Romeral, una de las vecinas dedicó unas palabras de fervor y devoción a la Virgen de Fátima, que concluyó con los portadores levantando el trono a pulso y recibiendo una gran petalada.

El primer edil hizo un balance positivo de las fiestas y aseguró que cada año hay una mayor participación y la junta directiva se implica y esfuerza para que se lleve a cabo una jornada de convivencia. Además, resaltó que la asociación de vecinos siempre se vuelca con todas las actividades, no sólo de la barriada, también de otros puntos del municipio. Villanova aseguró que para él es un orgullo acompañar cada año a la Virgen de Fátima, y espera que así sea también el año próximo.

Por otro lado, el capataz Francisco García se estrenaba este año con este cargo y apuntó que detrás de este día hay una gran labor que acaba mereciendo la pena por la acogida de todos los vecinos.

Durante todo el recorrido, la Virgen fue acompañada por un gran número de personas que le cantaban y le rezaban a la luz de las velas. Al finalizar la procesión, los devotos despidieron a la titular con bengalas, como marca la tradición.