EL MÓVIL, (GLOSA A LO QUEVEDO)

Una vez más nuestro amigo Antonio nos sorprende con sus escritos, en este caso con un tema bien candente, como es la adición a los smartphones.
El Móvil, Glosa a lo Quevedo
Érase un hombre a un móvil pegado.
Érase un móvil superadhesivo.
Érase un ladrón, malhadado,
de tiempo y vida, compulsivo.
Era un movilísimo infinito
de mil y una formas sugerentes,
y aún más de mil formas diferentes,
cómplice del amor y del delito.
Érase un móvil endiosado.
Un intruso en todo omnipresente.
Siempre agonizante u olvidado.
Presa y botín en mano delincuente.
Secreto a voces, caja de Pandora.
Ave Fénix de sus eternas cenizas.
Alien eurodevoradora.
A veces trae llantos y, a veces, risas.