Generalmente se cree que el lenguaje es esencial para transmitir pensamientos y comunicarnos con los demás.
Pero ¿han pensado que también hay un lenguaje a través de las miradas, los gestos, y hasta en las posturas del cuerpo?
Se puede hablar sin tan siquiera mover los labios, solo por lo que expresamos inaudiblemente.
Transmitir una mirada junto a una sonrisa vale más que mil palabras.
La mirada compasiva, reflexiva, una mirada de amor y ternura puede cambiar radicalmente una situación, un conflicto y hasta un cuadro de enfermedad.
La actitud de una mirada puede estar acompañada por la percepción, tal vez dejando la evidencia material de lado y yendo a la esencia genuina que representa cada uno, no aceptando el aspecto exterior sino el origen espiritual, netamente puro.
Al pensar en términos de salud, manifestamos salud, no enfermedad. “Todo es según el color del cristal con que se mira”
Esta percepción indudablemente coopera con el estado de bienestar y salud de cualquier persona, ya que la salud es una manifestación de la mente y no una condición de la materia o el cuerpo.
Investigación.
El Dr. José Zurita Díaz, médico psicoterapeuta y actual director del Instituto Galene de Madrid explica: “La mirada de la persona que tenemos enfrente nos dice muchas más cosas de las que pensamos a priori. Está facilitando movimientos energéticos que nunca hasta ahora habíamos tenido en cuenta. Realizamos en el Instituto Galene los dos niveles de formación en Brainspotting (BSP), la técnica psicoterapéutica más profunda y efectiva que conozco para el reprocesamiento cerebral en psicoterapia. El lema que resume la técnica es el siguiente: “Where we look affects how we feel”, que traducido dice algo así como: “Donde miramos afecta a cómo sentimos”.
Buscad a dónde mira vuestro paciente, acompañadle en esa mirada y dejad que desde ella se muestre y exprese, que le surjan sus emociones, pensamientos, escenas, y veréis que riqueza os presenta”. http://www.bonding.es/jbonding/index.php?option=com_zoo&task=item&item_id=30&Itemid=29
Se ha dicho y con razón que los ojos son las ventanas del alma.
Lo que sentimos interiormente, se expresa en los ojos a través de la mirada.
Podemos apreciar entonces que los ojos están evidenciando sentimientos y emociones, y es fundamental para que haya una coincidencia entre lo que pensamos y lo que expresamos.
Un antiguo proverbio bíblico dice: “La luz de los ojos alegra el corazón”. (Prov. 15: 30)
Coincidente con este pensamiento, Jesús, cuando habló a sus discípulos les dijo: “La lámpara del cuerpo es el ojo, así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz” (Mateo 6: 22)
Me impresiona mucho cuando me detengo en la mirada de Jesús al enfrentarse a distintas situaciones.
Al momento de sanar a aquellos que acudían por curación, él los observaba con profunda ternura y amor, teniendo compasión de cada uno de ellos, haciéndolos sentir “amados”, y de esa forma todos eran sanados.
Cuando fue acusado injustamente por publicanos y fariseos, no se dejaba intimidar, sino que respondía con autoridad y firmeza. Lo que hace pensar que su mirada era penetrante y aguda.
En una oportunidad, llevaba las bolsas del supermercado colgadas de las manijas del coche con mi bebé y era todo muy pesado; percibí que unos jóvenes venían con la intención de robo. En ese momento me surgió la idea de pedirles ayuda a ellos mismos para subir el cochecito a la vereda. Uno vino dispuesto a ayudarme y le agradecí, mirándolo detenidamente y agregando: “sos un ángel”. Nunca olvidaré la expresión de aquellos ojos; su rostro se iluminó.
Qué importancia tiene una mirada y una actitud sanadora para poder cooperar con el ambiente en donde nos movemos.
“Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón” (W. Shakespeare)
Elizabeth Santángelo escribe artículos relacionados con el impacto que produce la espiritualidad en la salud física, mental y emocional. Los contenidos reflejan una forma de vida saludable y equilibrada para alcanzar el bienestar integral de cualquier persona.
Se desempeña como Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana, para Argentina.
Contacto: Argentina@compub.org