(Francisco Javier Zambrana Durán – Alhaurín de la Torre)
La Asociación y Albergue CyD Santa María lucha desde hace más de una década para mantener los derechos del mundo animal y mejorar su calidad de vida. Catalogada como entidades sin ánimo de lucro sin subvenciones públicas, desempeña una función crucial en el cuidado de los caballos y otras especies que sean encontradas en un estado inadecuado.
Virginia Solera García, Responsable de Comunicación de la Asociación y Santuario para caballos maltratados y abandonados, explica el origen y el desarrollo de un grupo destinado a ayudar con los recursos disponibles a cualquier tipo de animal.
¿Cuándo y por qué motivo surge la asociación?
»La Asociación CYD Santa María nace de forma oficial el 1 de noviembre de 2005, pero su albergue para animales maltratados y abandonados es anterior. No somos de Málaga, pero cuando mi hermana se trasladó a esta provincia hace ya más de 20 años, empezó a encontrarse caballos abandonados, en mal estado, accidentados… en los márgenes de la carretera… tirados en los campos. Al preguntar a la Policía en aquellos tiempos, te respondían que te los llevaras, y si el caballo estaba en muy mal estado o desahuciado es lo que hacía, informando previamente a los agentes.
Con el paso del tiempo, mi hermana Concordia se dio cuenta de que necesitaba un protocolo de actuación y sobre todo un lugar donde acoger a todos los animales que necesitan ayuda. Así nació el CYD. Pocos años más tarde, mi hermana estaba absolutamente desbordada y nos pidió ayuda a nuestros padres y a mí, que vivíamos en Madrid. Al llegar yo, hablamos sobre lo que podíamos hacer para mejorar las condiciones de vida de estos animales y decidimos crear la Asociación. Desde el primer momento, llegamos a la conclusión de que si íbamos a luchar por el bienestar de los animales y «quitárselos» a sus maltratadores, nuestro proyecto tendría que ser totalmente altruista y honesto y ésta es la línea de actuación que hemos seguido desde entonces».
Los objetivos principales de la asociación podemos decir que son el cuidado de los animales en el refugio y procurar que estos sean apadrinados e incluso adoptados. ¿Qué otros objetivos secundarios tiene desde su creación?
»Desde el principio decidimos separar nuestras funciones. El refugio se encarga de cuidar de los animales que fueron maltratados o abandonados. Tiene como objetivo que se recuperen de sus heridas físicas, pero también de las psicológicas. Queremos que, en la medida de lo posible, recuperen su fe en el ser humano. Y en los casos que no es posible (a veces el daño ha sido tan brutal que no terminan de recuperarse nunca), queremos que se sientan seguros y queridos por nosotros, al margen de que en ocasiones su comportamiento sea tan violento como el que un día recibieron por parte de los humanos. Para que todo esto sea posible, para cuidarlos y que vuelvan a sentirse a gusto entre las personas, el refugio necesita voluntarios.
Ahora mismo, por desgracia, sólo tenemos voluntarios los fines de semana. ¿Imaginas un lugar con más de 200 animales que no dispone de ninguna ayuda pública y que encima no tiene ni un voluntario durante la semana? Aprovecho la oportunidad brindada por Diario Alhaurín para hacer un llamamiento y que todo el mundo al que le gusten los animales se ponga en contacto con nosotros.
Nuestro objetivo principal es siempre el mismo: ayudar a los animales que lo están pasando mal y a crear los precedentes para mejorar en general su calidad de vida, ya que pensamos como San Francisco de Asís: «Cada criatura en desgracia tiene el mismo derecho a ser protegida»».

¿Qué cambia en la asociación a partir del año 2018?
»En 2018 tomamos una de las decisiones de las que (por desgracia) más orgullosas nos sentimos. Fue difícil tomar la decisión, pero ahora nos sentimos felices por haberla tomado: nos convertimos en Santuario. Mucha gente nos pregunta qué diferencia hay entre los que hacíamos antes y ahora. Pues bien, antes recogíamos caballos (y otro animales) y, cuando se recuperaban, les buscábamos familias que los acogieran en adopción. Así, cuando uno salía a su nuevo hogar, podíamos ayudar y recoger a otros animales.
Redactamos un contrato para garantizar los intereses de los animales que salían (de forma totalmente gratuita) en adopción, de hecho, nunca perdemos la propiedad del animal (para evitar malos pensamientos como una posible venta a nuestras espaldas)… Pues aún tomando todas las medidas, la experiencia nos ha enseñado que el ser humano es muy voluble y le cuesta adquirir un compromiso de por vida con sus animales. A veces nos han devuelto caballos (¡tras más de siete años en una casa!), cuando se han hecho ‘viejecitos’ o se han lesionado. Así que ahora somos un Santuario: animal que recogemos, animal que se queda con nosotros de por vida. Sabíamos que implicaría un mayor esfuerzo por nuestra parte, pero ahora somos mucho más felices sabiendo que nunca más recibiremos una llamada de alguien para devolvernos un animal. Bueno, al menos, desde 2018, los anteriores aún, por desgracia, pueden cambiar de opinión».
¿A cuántos caballos y otros animales presta ayuda actualmente la asociación?
»Más de 200 en el Santuario, entre caballos, perros, gatos, tortugas, hurones, aves, etc., y, bueno, en el exterior, son incalculables. Siempre que podemos, tendemos una mano: normalmente, llamando a algún veterinario para que ayude al animal. Por desgracia, últimamente, nos hemos encontrados con animales en tan mal estado, cuyas lesiones eran totalmente incompatibles con la vida que el veterinario ha tenido que proceder al sacrificio humanitario. Hace algún tiempo, un señor nos explicaba que le había dicho a su vecino que hiciera algo con su potrita que tenía la pata mal y el dueño le respondió: ‘Sí, lo sé, no hago nada, porque de aquí a tres días estará muerta’. Gracias a Dios, el vecino nos llamó y llegamos a tiempo para evitarle sufrimiento».
¿Qué gasto supone la puesta en marcha de las actividades y cuidados que requieren los animales?
»Ahora mismo, estamos necesitando unos 20.000 euros al mes para salir adelante, como debiéramos y con la tranquilidad que se merecen nuestros animales. Sin embargo, nunca llegamos. Siempre vamos retrasados en el pago de las facturas veterinarias y de comida. Casi siempre hacemos llamamientos para que la gente nos ayude precisamente con esto, comida y veterinario. Por favor, a quien quiera ayudarnos, que nos escriba o llame para ponerles en contacto con nuestros proveedores o veterinarios… así sabrán exactamente dónde va su donación, si ha servido para comprar una alpaca de heno o nos ha ayudado a salvarle la vida a un caballo».
Enlace a la web de la asociación para contactar.
¿Se encuentra subvencionada por algún organismo público o privado que ayude a su mantención? ¿Cuál o cuáles?
»No estamos subvencionados por ningún organismo público. Pero, actualmente, y tras años viendo como funcionan, preferimos que sea así. No estamos dispuestos a que nadie nos diga cuántos animales tenemos que recoger o sacrificar a su criterio, como si fueran sólo cifras.
Recibimos una ayuda mensual por parte de una fundación alemana. Es una pena que, a veces, reconozcan más tu trabajo en el extranjero que en tu propio país. También mensualmente, recibimos la ayuda de ‘Alimentos Altube’, una empresa de Burgos que lleva ayudándonos años con la alimentación de nuestros animales. Somos muy afortunados de que se pusieran en contacto con nosotros para conocernos y ayudarnos porque no sólo son excelentes personas sino que, además, tienen los mejores piensos del mercado desde nuestro punto de vista. Con todos los animales que hemos rescatado, muchos víctimas de una terrible malnutrición, ninguno de nuestros caballos ha fallecido por cólicos, sino como consecuencia del maltrato, las lesiones crónicas o, simplemente, de viejitos».
Realizado por: Francisco Javier Zambrana Durán (@neyfranzambrana/Francisco Zambrana).
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