(Francisco Javier Zambrana Durán – Salida de Alhaurín de la Torre)

Dicen que la lluvia neoyorquina se caracteriza por aparecer repentinamente. De pronto, zas. Te mojas. Debes llevar un paraguas en lo alto. En Alhaurín de la Torre, como diría cualquier autóctono, «de higo a breva», pasa lo mismo. Ya sea porque las nubes descargan su furia contra los de abajo peleando por expresar el dolor del cambio del clima, o bien porque se deciden a contraatacar, lo hacen. En ese instante, las tiendas de campaña de los que se instalan en las cercanías de los pueblos y ciudades quedan completamente vistas para sentencia. Aguantan, digamos, poco. Y, por desgracia, los sillines de las bicicletas también se mojan.

Cosa que no gusta a ningún ciclista.

A Jakob Fugslang, que el pasado año se lució en la llegada al mismo lugar de la provincia malagueña, le importa poco eso de correr mojado. Emulando el desfile de jura de bandera del pasado domingo en el municipio alhaurino, va desfilando junto a los profesionales de su equipo, el Astana, sobre el improvisado autobús. Le saludan las entidades políticas con un apretón de manos, cordial, a la altura de la alabanza que merecen quienes entrenan a diario. El alcalde le da el reconocimiento de campeón de la Edición 2019. Y Jakob se ríe. Algo extrañado. Ion Izaguirre, se prepara a su vera, con una tranquilidad pasmosa que identifica la templanza del vasco. No sonríe apenas, y sigue el camino con la cabeza gacha, mirando el Garmin que se coloca sobre aquella ligera de dos ruedas. No se separará de él en ningún momento. Sabe que su labor es acompañarle.

Ion Izaguirre conversa con un técnico antes de la salida. – Fuente: Francisco Zambrana – DA.

A escasos metros, los curiosos no quieren pensar en lo que podría tener lugar. De vez en cuando, miran al cielo. Levantan su cabeza. Piden clemencia. «A ver si nos respeta el tiempo», cantan desde el autobús de BH, donde, cada diez segundos se oye un «tira, pedalea. Piñon». El ‘técnico’ que se encarga de poner a punto las bicis sonríe cuando acaba. Todo va bien. «¿Qué? Anda, así queda». Y se pone con otra de las máquinas, no sin antes mirar hacia arriba y querer cubrirse en caso de que descargue la furia del nublado día.

La Costa del Sol no siempre tiene lo que le da nombre, y menos cuando hay Vuelta.

En tres años consecutivos, Alhaurín ha acogido dos llegadas, una de ellas de La Vuelta a España 2018, y una salida, la del día de hoy. Es por ello por lo que cuando Mikel Landa se pone el casco, se lo coloca tranquilamente, sabiendo que, por mucho que se diga, está en un lugar conocido. Su estreno con Bahrain lo hace colocarse como favorito de la competición, y seguir la estela de sus rivales Enric Mas y Marcos Soler, ambos de Movistar. Poca tensión es la que queda minutos antes de la salida, y mucho menos la que se respira cuando el presentador le recuerda que tiene que ir a por todas. Él sabe, quizá, mejor que nadie, cómo se tiene que gestionar.

«¿Ya? Qué rápido». Se escucha desde la bancada de política y el coro de acompañantes habituales. «Es que esto es así». No se oye un ruido siquiera. «¿No hay pistoletazo entonces?». No. Allí no. En la zona baja de Alhaurín de la Torre solo se ha preparado todo minuciosamente para que descarguen y comiencen su aventura. Un silbato ha sido suficiente para que los representantes corran, vibren y vuelen por el trofeo.

El equipo Alpecin antes de subir a la presentación oficial. – Fuente: Francisco Zambrana – DA.

«Pues si me dijeran de salir y tuviera que subir esa cuesta…», dice uno de los que esperó en meta. Lo que no conoce es la velocidad con la que lo hacen los ciclistas. En apenas cinco minutos, la fiesta se apaga, y los vehículos, cargados de equipamiento al máximo, abandonan la escena. La vuelta tradicional por el pueblo será dada en cuestión de segundos, y no quedará más hueco para que los protagonistas continúen su presentación. El preliminar, como siempre, es cercano, es breve. La competición es otra cosa.

Es por eso por lo que dicen que el ciclismo es tan efímero lluvia neoyorquina. De pronto, zas. Aparece, y desparece. El que no disfruta de él debe esperar, sin embargo, el que ha estado allí presente permanece empapado durante horas.


Realizado por:Francisco Javier Zambrana Durán (@neyfranzambrana/Francisco Zambrana/franzambrana.com).

Fotografías de Francisco Javier Zambrana Durán. – Todos los derechos reservados.

Reportaje Fotográfico de la 66ª Vuelta Ciclista a Andalucía en su Salida de Alhaurín de la Torre realizado por nuestro Colaborador, Estudiante de Periodismo, Francisco Javier Zambrana Durán

Publicada por Diario Alhaurin en Miércoles, 19 de febrero de 2020