(Jmm Caminero) Al analizar esta realidad, pienso que se tiene que tener una perspectiva de sencillez, humildad, modestia. Quizás, cuándo se va alcanzando cierta edad, y uno siente, que quizás tanto trabajo realizado se haya perdido o no se sepa dónde esté, ni en qué situación, y se lleve una vida acumulando más bien rechazos sobre las obras de arte, quizás, se perciba el mundo del arte plástico y del arte, y del libro de artista de otro modo, que hace unos lustros…

– Ciertamente, aunque he realizado libros de artista, diríamos de distintas maneras y formas y fuentes, debo indicar que también, siempre me ha interesado especialmente, el libro medieval, el códice medieval iluminado o miniado o ilustrado o pintado. Es decir, he hecho, a imitación de los medievales, diversos libros de ese estilo y forma, es decir, en hojas de cartulina pegar textos literarios, casi siempre de fotocopias, y el resto de la hoja pintarla o dibujarlas, con originales, como pinturas-dibujos, de tal modo, que cada hoja es única, y cada ejemplar de libro también… Diríamos, que en esta modalidad de libro de artista, que he ido realizando, serían “códices actuales”, con estilos de arte y tendencias de estos dos últimos siglos, especialmente, del último.

– Pienso que algunos códices medievales miniados, algunos Beatos o la Biblia de San Luís o algunos Libros de Horas tienen el mismo nivel estético y conceptual que las pinturas murales de su misma época, que están en iglesias y capillas.

Si tenemos esa mentalidad y consciencia y conciencia, podemos pensar-sentir, que hoy podríamos realizar libros de artista, al estilo medieval, que tuviesen un grado de significante y significado similar, con textos literarios o religiosos o espirituales o de otras temáticas y con ilustraciones de estilos actuales, sean neoexpresionistas, neocubistas, neorrealistas, neofigurativos, neoabstractos, etc.

En este subgénero plástico hay muchas modalidades de libros de artista, sean ejemplares únicos o sean seriados, sean seriados con numeración o sean sin numeración, por tanto y por consecuencia, hay diversidad de expresiones, y no solo estilísticas o estéticas, no solo formales, sino también materiales…

Cada autor plástico, plasma según sus circunstancias y según sus medios y según sus posibilidades, según el mercado que disponen, su realización, y no es lo mismo, realizar un libro de artista, cuando se tiene o está en la veintena, que cuando se está en la década vital de los sesenta años. Por tanto, todo esos factores, además de la vida se integran en el concepto de arte, de libro y de libro de artista. El panorama es inmenso, en temáticas y formas, a mi modo de ver, siempre he tenido una enorme atracción por el libro, y en el libro intento combinar filosofía y literatura y arte y arte plástico y por tanto, formar y conformar un “libro de artista”, que es una totalidad de sentidos y significados.

Igual que Joyce, dicen que expresó, que habría escrito El Ulises para que la crítica estuviese tres siglos indagando significados, yo me sitúo en esa óptica, dimensión, conceptualización, significado, me sitúo en esa dimensión y perspectiva de que el hipotético lector o contemplador de esta obra, puedan entresacar multitud de significantes y significados, durante toda su vida, que una obra de arte de éstas que he realizado, sea como un espejo o un pozo o un mar profundo que pueda decirle cosas a su ser y a su estar…

– Siempre me ha extrañado, o desde hace mucho tiempo, y se lo propuse a ellas, a una docena de las existentes en España, esas empresas que realizan libros facsímiles, copias o drones de libros medievales, porqué no tienen una sección de sus publicaciones que hagan lo mismo, con libros de artista actuales, o de estos dos últimos siglos. Construyen y publican cien o quinientas copias, de libros medievales, copiando todo, incluso el material, y supongo yo, que tendrían un mercado en realizar libros de artista, copias, numeradas, facsímiles de libros de estos dos últimos siglos, por ejemplo, del Libro Rojo de Jung por poner un ejemplo. Pero existen otros, es cuestión de indagar y buscar y bucear…

Estimo si se tuviese otra mentalidad, surgirían, nuevos caladeros donde se podrían buscar y encontrar, no solo libros, sino libros de una alta calidad estética y artística y, por tanto, un calado especial, de libros de artista. Tendríamos que cambiar un poco la mentalidad, y así, de ese modo, sean libros únicos o sean seriados o sean muchas copias, tendríamos primero, la categoría de libros de artista medievales, segundo, libros de artista de todos los tiempos, con un nivel estético muy alto, tercero, libros con grabados y similares, numerados, y por último, cuarto, las categorías actuales de libros de artista.

Al conceptualizar una nueva taxonomía o categoría, lo normal es que se mire a los precedentes, se inventa o descubre la historieta o viñetas o cómics, y sin darnos cuenta, nos damos cuenta que la Columna de Trajano y las pinturas egipcias podrían ser su precedente. Indagamos y descubrimos el libro de artista, especialmente, en el siglo veinte, y enseguida, percibimos que los libros con grabados del diecinueve entran en esa categoría, pero que también los códices medievales iluminado. Solo queda que esa concepción se vaya insertando en este mundo del libro de artista…

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Fin artículo 2.216º: “Cuestiones sobre los libros de artista, III”.