(Jmm Caminero) La obra-título, Enciclopedia o Cuadernos o Pensamientos, está formada, por una dimensión plástica de unos cien mil dibujos y pinturas y hojas de libros de artista, casi todas en papel, y otros géneros artísticos, que en la inmensa mayoría están o deben estar en colecciones públicas y privadas. También formada por una perspectiva escrita, de unas cuarenta y siete mil páginas, veintidós millones de palabras, de escritos literarios, filosóficos, metafísicos, religiosos,  estéticos, etc. Y unas cuarenta mil fotografías de tema artístico y documental. Y algunas otras partes-dimensiones como grabaciones en video y en audio…

Toda esta obra forma una unidad. Un único título, una única obra, por voluntad de un único recopilador-escribano-redactor-pintor-autor.

Ciertamente, cada página escrita tiene su autonomía, cada pintura la suya, cada fotografía lo mismo, etc.

Pero todo conforma una “unidad”, como un único libro-templo-monasterio-castillo-catedral-palacio-museo-cuevas-mural-instalación…

Esta es la realidad que se ha ido acumulando, y que está dispersa por el mundo. Y que ni siquiera como autor, ni siquiera sé cuánto aún quedará del arte plástico. Y que diríamos no tiene apenas recepción cultural, casi en ningún nivel y en ningún territorio.

Quizás hoy, “acumular imágenes de cientos de dibujos o pinturas”, imágenes en Internet, serían los “nuevos templos-cuevas-cavernas-grutas”, que en vez de estar instalados en un museo o en un templo o en una cueva, podrían diríamos hacer o cumplir las mismas funciones.

Si además, tienen textos escritos, o en otras páginas de Internet, existen textos escritos, también en equivalente a cientos o miles de hojas escritas. Tendríamos los dos elementos, diríamos de una “obra cultural mental espiritual-religiosa-artística-literaria-filosófica-metafísica”.

Pero ahora, no sería o estaría materializada en un templo-cueva-palacio-monasterio-museo-fundación material, sino “una realidad virtual”.

En el caso de la obra Enciclopedia o Cuadernos, ya he indicado hasta la saciedad, que todo, todo forma una única obra, mental, porque no puede ser de otro modo, porque todos los materiales de escritos o de pinturas o de fotografías, están diríamos dispersos por multitud de sitios o lugares, si es que todavía permanecen. Pero todos forman o conforman una única obra. Y ese ha sido mi intención y objetivo y meta desde siempre.

Pero es cierto que parte, quizás una parte pequeña, pero suficiente, está mostrado de forma virtual, es decir, en internet, por lo cual, “todo ello forma una parte de esa unidad”. Y creo que hace las veces, de “obra total y obra única”, aunque solo sea una parte de ese todo…

En cierto modo, lo que permanece en internet, se puede ver-percibir-sentir-pensar como una “especie de libro-monasterio-gruta-cueva-palacio-catedral virtual mental, dónde se recogen cientos de páginas escritas, en distintas plataformas de internet, y cientos de fotografías de dibujos y pinturas, y suponemos que en el futuro cientos de fotografías artísticas y documentales”. Todo ello, conforma una “unidad”, ciertamente junto con lo que no está, pero todo forma una unidad. Pero solo con lo que ya está en realidad virtual, ya “conforma como si fuese ahora ya una especie de Nueva Catedral Virtual, donde hay pinturas, dibujos, textos escritos de literatura, textos de filosofía, textos de religiosidad y espiritualidad, etc.”.

Lo que hay expuesto ahora en la realidad virtual, son unas miles de páginas escritas, unos miles de dibujos y pinturas y hojas de libros de artista, y unas mil fotografías documentales y artísticas. En total, en tamaño o extensión, en la realidad, equivaldría la parte plástica, no digo la calidad, pero en extensión más que la “Capilla Sixtina”.

Y esto solo sería un tanto por ciento de la obra Cuadernos o Enciclopedia, que “tiene como intención, todo lo realizado, todo construye solo una única obra, de un único título, pero formada de arte plástico, literatura, filosofía, etc.”.

Que esta obra Enciclopedia o Cuadernos, en su unidad, en sus diferentes perspectivas o dimensiones, que no tenga ninguna o casi ninguna recepción en el mundo de la cultura, ni local, ni regional, ni provincial, ni nacional, aunque sea pequeña, aunque sea la de menor valor, parece una paradoja-perplejidad-contradicción, es para mi ininteligible… Incluso admitiendo que sea la peor obra cultural de todos los tiempos y épocas y culturas y lenguas y sociedades y Estados.

Para terminar, esta obra, ni en su totalidad, ni en algunas de sus vertientes o dimensiones o perspectivas, hasta ahora, apenas tiene un “lugar en la cultura actual”, ni siquiera en el último lugar, o apenas lo tiene.

Quizás, me atreva a expresar y expresarme tan claramente, porque después de décadas de trabajo, todo o casi todo es silencio. Y porque al final, de continuar así, dentro de unas décadas, no quedará nada o casi nada de ella, porque todo se habrá ido destruyendo, y porque también, al final, no sé cuánta arena le queda al reloj del autor. Y porque quizás estoy hasta los “——-” de tanta irracionalidad y parcialidad… ¡Pero nadie se ofenda, porque a nadie se necesita-desea ofender!

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© jmm caminero (18 octubre 2017 cr).

Fin artículo 972º: “Fracaso cultural”.