bench-21445_640(Gladys Fuentes Castro Flores)  Queremos y necesitamos paz, en el hogar, en nuestra patria, en el mundo; desde muchos ángulos se quiere propiciar la paz, pero ¿Cómo lograrla?

En oportunidades, se dan casos en que el poder envilece al hombre y se  transgreden leyes, y como bien dice un refrán “hecha la ley, hecha la trampa”, esto que debe ser evitado en todos los niveles, sea en la familia, la empresa, en el gobierno de un país, etc.

Los gobernantes deben actuar con justicia, respetar los derechos de quienes están bajo su gobierno, y estos, conocer sus obligaciones para cumplirlas fielmente, y sus derechos para saber exigirlos.

A veces, se dan casos de promesas incumplidas, que defraudan y hacen perder la confianza.

El libro bíblico de Isaías dice: “Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. Y mi pueblo habitará en morada de paz  en habitaciones seguras, y en recreos de reposo”.

La paz, empieza con el respeto para consigo mismo y para con los demás, basado en orden, disciplina, serenidad y justicia.

El Dr. Javier Pérez de Cuéllar, (Diplomático-abogado) peruano, dueño de muchos valores, en su calidad de Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), recibió en 1988 el Premio Nobel de la Paz otorgado a las fuerzas pacificadoras de la ONU, y dice en su libro de memorias: “Si debiera escribir un mensaje que contuviera mi sentir en este momento, repetiría que la comunidad internacional, y los gobiernos que la constituyen, comprendan que solo el bienestar político, económico y social de los seres humanos es garantía de justicia y de paz”.

El científico Albert Einstein dijo: “Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz

Se puede lograr sentir paz, cuando somos más considerados, respetuosos de las normas, y desprendidos; también cuando ejercitamos el perdón. Todos podemos ser un instrumento al servicio de la paz.

Lo que no tiene precio monetario, y se consigue con esfuerzo, sabiduría y, desprendimiento, es algo que verdaderamente tiene valor. Así es la paz, ¡no tiene precio!

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó que cada 21 de septiembre se conmemore el Día Internacional de la Paz, día en que debe darse cesación de fuego y no violencia en todo el mundo, así como desarrollarse actividades educativas de sensibilización para tener paz mundial.

Apuntemos todos a conseguir paz, individualmente, como familia, maestros, gobernantes, colaboración de los medios con artículos que resalten valores, que el comercio de juegos por Internet y otros eviten temas de matanza, guerra, que inciten a la violencia.

El hombre justo, que actúa con independencia de criterio, sin considerar revanchismo, atrae paz. Si tienes paz, tu pensamiento es sereno, tu actuar equilibrado, tus reacciones apropiadas, sientes que puedes respirar con tranquilidad, saboreas tus alimentos, el paisaje se ve más claro y bonito, todo ello coadyuva a un orden físico/moral que redunda en ¡buena salud!

 

Gladys Fuentes Castro Flores es Comité de la Ciencia Cristiana para Perú