(Esperanza Mena) No sé porque a la gente no le gusta el otoño, pero a mí me encanta ver como los árboles se van desnudando poco a poco, y sus hojas arrastradas por el viento terminan formando una alfombra de colores rojizos y oro viejo.
Me encanta pasear por un bosque repleto de árboles, su desnudez me dicen que, el invierno se acerca a pasos agigantados, y es tan bucólico, que las musas que viven en mi cabeza se alborotan y me hacen poner sobre un papel esos garabatos a los que llamo poesía.
Los árboles en otoño, se desprenden de sus hojas para poder pasar el frio invierno, y luego, al llegar la primavera muestra su ramaje, exuberante y bello. El sol tibio del otoño, es como una madre cariñosa que calienta suavemente toda la arboleda, y en el bosque brotan entre la alfombra de hojas secas, las setas y demás delicatesen, y son un refugio para los pequeños roedores y demás seres que habitan en él.
La madre naturaleza es tan sabia…Nos enseña cómo sobrevivir, sea la estación del año que sea; pues cada una tiene su encanto y su gracia.
Por eso, el otoño es una inspiración para los poetas igual que la primavera…¡¡No sé porque, pero es cierto!!
OTOÑO
Los árboles del jardín
a coro me han avisado
con el color de sus hojas
que el Otoño a comenzado.
Amarillentas, algunas
otras, de color dorado
las hay de cobre rojizo y,
en el suelo han terminado.
El viento, va susurrando
¡que el Otoño ha comenzado!
dejar caer vuestras hojas
para el Invierno pasarlo.
Y el suelo se ha convertido
en una mullida alfombra
de coloridos distintos
pero siempre será hermosa.
Bajo la mullida alfombra
de la arboleda en los bosques
sigue escondida la vida
aunque no la vean los hombres.
Allí, guardan su comida
ratoncillos las hormigas
y sirven de buen abono
a las plantas que allí habitan.
Helechos y enredaderas
y la yedra compañera
de la zarza poderosa
se enredará donde quiera.
También le sirve de casa
a la humilde lombricilla
la que oxigena la tierra
y a las aves, dan comida.
¿Veis como el otoño es bueno?
solo es un mes de espera
para que llegue florida
¡la querida primavera!