El pasado martes se celebró el Pleno Extraordinario Monográfico solicitado por toda la oposición para tratar el tema de la restauración de las canteras de Alhaurín de la Torre en base a una propuesta de la Plataforma en Defensa de la Salud y la Sierra (PDSS). Dicho pleno se inició con un par de situaciones anómalas pues, por un lado, el gobierno municipal no proporcionó a la oposición la documentación que esta (IU en este caso) había solicitado días antes. Esta documentación era pertinente para conocer la cantidad de dinero de la que se dispone a priori para efectuar la restauración pues pretendía aclarar la confusa situación de los expedientes sancionadores que la ley establece que deben aplicarse a las cuatro canteras que estuvieron explotando la sierra de forma “ilegal y clandestina” durante décadas. La segunda situación anómala tiene que ver con el hecho de que el gobierno municipal citara a los grupos de la oposición convocantes del pleno una hora antes del mismo para presentarles una enmienda a la totalidad y una propuesta nueva para ser sometida  a votación sin tiempo para que los grupos de la oposición pudieran estudiarla con detenimiento, viéndose estos forzados a tomar una decisión sobre la marcha. No es, a nuestro entender, la forma más seria de abordar un tema tan importante como el que se dirimía.

El resultado final del pleno fue la aprobación de la formación de una comisión técnica que estudiará las distintas posibilidades de restauración y que estará constituida, además de por los representantes políticos correspondientes, por un equipo de técnicos nombrados por el Ayuntamiento, Junta de Andalucía, empresarios canteros, sindicatos y (y aquí está la novedad) PDSS. Esta decisión tiene, a juicio de la PDSS, luces y sombras.

Las sombras tienen que ver con una enmienda que planteó IU al final del pleno que exigía a los concejales el compromiso de que, cualquiera que fuera el plan de restauración elegido, no se permitiera la extracción neta y venta de árido (que, como a estas alturas sabemos ya de sobra, fue la excusa que permitió que durante los 7 años de vigencia del anterior plan, no se llevara a cabo restauración sino explotación minera). Esta sencilla propuesta, que sólo pretende garantizar que la eventual restauración lo sea de verdad sin más trampas, fue apoyada por IU y Alhaurín Despierta y rechazada por PP y Ciudadanos, absteniéndose el PSOE. Toda una declaración de intenciones.

Y en este sentido la constitución de la comisión recuerda demasiado a la que dio lugar al Plan Especial de Restauración que ha estado vigente siete años con los resultados a la vista. Llama la atención en particular la presencia de los sindicatos pues las cuatro canteras  llevan ya un mínimo de dos años sin licencia en vigor y por lo tanto sin actividad alguna (al menos legal), por lo que no hay trabajadores a los que representar.

Pero el acuerdo tiene un cambio sustancial, y es que la PDSS ha sido invitada a aportar un técnico a la comisión. Este cambio, aunque no es especialmente  significativo desde un punto de vista cuantitativo (uno de seis), sí lo es cualitativamente en cuanto a que permitirá que, desde la propia comisión, se defienda un tipo de actuación ecológica que es lo que la PDSS lleva lustros defendiendo. Una propuesta que pretende frenar la destrucción de la sierra y recuperar, en la medida de lo posible, una zona arrasada por décadas de irregularidades. Una propuesta que no esté hipotecada por oscuros intereses creados y que se ponga del lado de los ciudadanos, de la sierra y del futuro desarrollo sostenible que la mayoría desea para Alhaurín. Algo ha cambiado y se abre una puerta a la esperanza.

La PDSS participará pues activamente en este nuevo ciclo con la esperanza de que no haya más engaños y defendiendo, como siempre ha hecho, el interés general sobre el particular.

Eduardo Sáez Maldonado

Plataforma en Defensa de la Salud y la Sierra