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Apoteosis flamenca en el Auditorio de la Finca El Portón, con triunfos en  clave femenina, Esperanza Fernández y Argentina. Arcángel y El Torta fueron fieles a su estilo personal. Excelente el baile del Turrano. Homenaje a uno de los fundadores del certamen, Manuel López, con Fosforito en las gradas 17 de junio de 2013.-   La cuadragésima edición del Festival Flamenco Torre del Cante, celebrado en la noche del pasado sábado en el Auditorio al aire libre de la Finca El Portón, resultó un completo éxito artístico y de público. El veterano certamen, uno de los más longevos y conocidos de España, entonó el cumpleaños feliz una vez más, y van cuarenta, con un despliegue sin igual de duende y magia, gracias al buen hacer de los artistas.

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Era un cartel rebosante de experiencia, talento y juventud, llamado a no defraudar a nadie por su variedad y por atender a todos los gustos. Y así ocurrió: con las gradas casi llenas, el público disfrutó, hasta casi las cinco de la madrugada, del buen flamenco de siempre, de ayer y de hoy, con un destacado predominio femenino y del baile. En efecto: brillaron la trianera Esperanza Fernández, una vez más la reina del escenario alhaurino -la Torre del Cante le da suerte, seguro- y la joven onubense María López Tristancho ‘Argentina’, que encandiló al auditorio con su voz rica y fresca, además del alhaurino Sergio Maqueda ‘El Turrano’, que deleitó con su derroche de fuerza en el ecuador de la velada. Sin olvidar, claro está, el talento personalísimo de Arcángel, con muchos guiños a Málaga, y el fin de fiesta con Juan Moneo ‘El Torta’, cuyo inigualable sello jerezano quedó presente en su cortísima, pero aplaudida intervención. En el capítulo institucional, tanto el alcalde, Joaquín Villanova, como la concejala de Cultura, Isabel Durán, y el presidente de la peña organizadora, Ildefonso Espínola, resaltaron el éxito del festival, muy compensado y plural en cuanto a estilos, lleno de fuerza y genio, y sobre todo, como refrendo de la clara apuesta por la Cultura en tiempos de crisis.

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“Un cartel brillante pero con menos artistas y saber exprimir al máximo el presupuesto son las recetas ideales para garantizar la continuidad de este espectáculo, una de las señas de identidad de Alhaurín de la Torre”, comentó el regidor. Tampoco podemos olvidar la presencia del maestro Antonio Fernández Díaz ‘Fosforito’, hijo adoptivo de la villa, co-organizador del festival en sus primeros años e inolvidable intérprete de aquellas viejas ediciones. Además, la directiva de la Peña Flamenca rindió homenaje a uno de los fundadores del festival, Manuel López Luque, quien extendió su felicitación y protagonismo al primer presidente, el recordado Paco Lara. López recibió la insignia de oro de la institución. En resumen, una velada inigualable, apoteósica, convertida en el mejor regalo para el 40º cumpleaños del certamen. Como todos saben, el Festival Torre del Cante es organizado por la peña que tiene el mismo nombre y patrocinado por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre y la Fundación Social y Medioambiental de Las Canteras.       CRÓNICA ARTÍSTICA COMPLETA (colaboran: Javier de Molina y Gonzalo Rojo)   -El festival, como es tradición, fue presentado por Gonzalo Rojo y Manuel López Mestanza. Abrió la velada el ganador de la 33ª edición del Concurso ‘Mirando a la Torre’, Evaristo Cuevas, acompañado a la guitarra por tocaor oficial de la peña, Antonio Soto. El artista de Osuna, que comenzó algo impreciso y nervioso, con cierto miedo escénico, pronto se recuperó y dio lo mejor de sí, con sus Malagueñas al estilo del Mellizo para terminar con Fandangos de Frasquito Yerbabuena, alegrías, tangos-zambra y una serie de fandangos que dedicó al público.   -Tras él, la belleza y elegancia de la cantaora onubense Argentina, que con derroche arrebatador se ganó al expectante público desde los primeros compases,  acompañada en el escenario de dos guitarras -José Quevedo ‘Bolita’ y Eugenio Iglesias-, dos palmeros, ‘Los Melli’ y la caja de José Carrasco. La artista, joven, guapa y talentosa, no se guardó nada, dedicó al maestro Fosforito y al público temas de su último disco ‘Un viaje por el cante’, en su primera participación en el festival”. El público puesto en pie le agradeció la actuación, por lo que correspondió con un bis. La cantaora, que visitará nuevamente Málaga -Fuengirola el 6 de julio, San Pedro Alcántara el 27 y Ojén el 10 de agosto-, triunfó en su debut con su voz talentosa y llena de matices: tientos-tangos con referencias al Piyayo y Chano Lobato; bulerías por soleá; fandangos abandolaos (Lucena y jaberas), siguiriyas, alegrías y bulerías, con cierre por fandangos de su tierra.   -Como cierre de la primera parte, Esperanza Fernández, una veterana del certamen en el que nuevamente la organización confió por su profesionalidad, bonita y flamenca voz. Y es que se da la circunstancia de que conoce el festival desde niña, cuando venía acompañando a su amplia familia de artistas. En la velada vino junto a  un jovencísimo y prometedor intérprete, su hijo Miguelito, que la acompañó al cajón, amén de la flamenca guitarra de Miguel Ángel Cortés y las palmas de Jorge Aguilar y Joselito Fernández. La sevillana paseó su arte por diferentes palos del flamenco, y dedicó a la Noña de los Peines y a la Repompa un popurrí de tangos que fue muy aplaudido. Quedó de manifiesto su inigualable torrente de voz y su arte, al cantar sin micrófono. Y no faltó el baile, como en los mejores tiempos de Aurora Vargas, lo que aunó a puristas y menos entendidos en una cerrada ovación, por lo que quedó demostrado, una vez más, el gran calado de esta artista.  Es una de las voces más versátiles del panorama actual. Gustaron mucho los tangos, siguiriyas, malagueña al estilo de La Trini que terminó con jabera, jabegotes y fandangos de Yerbabuena, con el colofón de las bulerías.   -Tras el breve descanso,llegó  el turno para un artista local, Sergio Maqueda ‘El Turrano’. El bailaor se dejó el alma ante su público, ante los suyos. Con muchas ganas de agradar, comenzó su danza, mezcla de estilismo y raza acompañado de su cuadro flamenco, diseñado especialmente para la ocasión, derrochando saber y arte en la composición de cada zapateado, cada gesto y cada figura, atesorado en la experiencia de múltiples actuaciones en Europa donde es un habitual. Interpretó soleares y bulerías con el cante de Antonio Canito y Jesús Corbacho, el toque de Francisco Vinuesa, las palmas de Belén Rodríguez, Ana Fernández y Laura Triviño y la percusión de Juan Manuel Lucas.   -Francisco José Ángel Ramos ‘Arcángel’, cumplió el guión con su peculiar estilo. Comenzó algo frío, al parecer motivado por el turno de actuación, no muy de su agrado, aunque con respeto por los asistentes, por lo que se arrancó con Malagueñas al estilo del Mellizo, que terminó con rondeña tradicional, rondeña al estilo del Gallina o Beni. Las siguiriyas con las que se calentó y con las que se sintió a gusto, dieron paso a su particular forma de interpretar las Alegrías de Cádiz. No dejó atra´s su repertorio de caña y tientos-tangos. El joven onubense concluyó con su maestría en el Fandango de Lucena y de Juan Breva, que interpreta con diferentes estilos y formas que son tan característicos de este consagrado artista, que no dejó de interpretar un bis ante la insistente petición del respetable. Con él repitió Miguel Ángel Cortés al toque y tuvo la percusión de Agustín Yasera.   -El broche a la velada lo puso Juan Moneo Lara, ‘El Torta’, jerezano de arte y raza, que ahonda en las raíces profundas del flamenco con su voz ronca y flamenca que ocupa una dimensión propia en el arte, dando muestra de su dominio del cante por Fiestas apoyado en su torrente de voz. Acompañado al toque por Paco Lara y las palmas de Luis El Salao y Antonio Canto. Ejecutó en su inigualable estilo de Jerez alegrías, soleares y bulerías. Resultó algo corta, pero gustó a los suyos y a los incondicionales y puristas.