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Gran éxito del desfile por las calles de Alhaurín de la Torre, donde se repartieron unos 5.500 kilos de caramelos. Las precipitaciones obligaron a suspender la clásica entrega de regalos en el Parque. Los artículos serán distribuidos por asociaciones de vecinos y colectivos

Melchor, Gaspar y Baltasar desfilaron por las calles de Alhaurín de la Torre en medio de un ambiente espectacular, solo deslucido por la aparición de la lluvia que obligó a acelerar el desfile y a suspender la clásica entrega de regalos en el Parque Municipal que habitualmente pone el cierre a este evento, uno de los que más gente congrega no solo en Navidad, sino durante el año. El mal tiempo fue la única nota negativa de la Gran Cabalgata de los Reyes Magos, que se desarrolló sin incidentes y con total normalidad gracias a la colaboración ciudadana y a un dispositivo de seguridad que funcionó a la perfección.
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Miles de niños y niñas acompañados por sus padres y familiares abarrotaron las calles por las que discurrió el desfile, que repetía por segundo año consecutivo el mismo itinerario: avenida Juan Carlos I, plaza de San Sebastián, calle Vicente Aleixandre, avenida de San Sebastián, calle Álamos, calle Doctor Gálvez Ginachero, avenida de España, plaza de San Sebastián, Mirador de Bellavista, avenida de La Vega, calle Almendros, calle Limonar y Parque Municipal. Todos ellos pudieron disfrutar de lo lindo del espectacular montaje organizado por el Área de Fiestas y Turismo, que dirige Mario Pérez, en coordinación con los Servicios Operativos y el resto de delegaciones municipales.
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Unas 20 carrozas formaban parte de la comitiva, que partió poco después de las siete de la tarde de la calle Juan Carlos I en medio de una gran expectación. La organización había dispuesto el reparto de más de 5.500 kilos de caramelos y pequeños juguetes, que se encargaron de lanzar los Reyes Magos y sus pajes y ayudantes, así como el resto de carretas y personajes que formaban parte de un colorido y asombroso cortejo. Asociaciones, colectivos, cofradías, clubes y empresas colaboradoras se integraron dentro de la magnífica caravana. Pasacalles, mascotas, gigantes y cabezudos y conocidos personajes del cine, los cuentos, la televisión y los dibujos animados completaban la marcha, que presentaba como novedad un teatro mecánico a modo de gran atracción andante con Damas Gigantes.
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La apuesta por la seguridad ha vuelto ser prioritaria, por lo que se mantenían los requisitos aprobados hace un par de años y se ha vallado la mayor parte del recorrido. El alcalde, Joaquín Villanova, se encargó personalmente de supervisar un dispositivo formado por la Policía Local, Protección Civil y demás servicios de emergencia para velar por el buen funcionamiento y atender cualquier posible eventualidad. En torno a las seis y media de la tarde, la lluvia que caía sobre el casco urbano obligó a acelerar la Cabalgata, que, a pesar de ello, pudo completar el recorrido hasta la bajada al Parque Municipal. Aunque se pudieron lanzar los fuegos artificiales, finalmente se canceló la entrega de regalos, que fueron repartidos a las asociaciones y colectivos vecinales participantes, para que sean ellos los que los hagan llegar a los niños y niñas de todos los barrios y barriadas del municipio.