Como informábamos hace unos días, la Diputación de Málaga ha lanzado un plan de formación para posibilitar que el tejido empresarial se adapte a la situación que vivimos en la actualidad.

La idea de este plan, entre otras cosas, es ayudar a sectores como el hostelero, el agroalimentario y el turístico a adaptarse a los tiempos que corren. A grandes rasgos, con este ciclo táctico de cursos online, se pretende atender a necesidades de los autónomos, empresas, trabajadores e incluso personas desempleadas para que se formen en las habilidades y capacidades necesarias que permitan una reactivación del tejido empresarial, dotándolos de herramientas como la gestión de recursos, las estrategias de venta, el liderazgo, la competitividad y la prevención de riesgos.

 

Uno de los pilares de estos ciclos formativos es, por supuesto, la digitalización y el comercio electrónico, que ha pasado de ser una recomendación que se lleva haciendo a los empresarios andaluces desde hace años a ser prácticamente algo necesario. Según las palabras del vicepresidente de la Junta de Andalucía: “Se trata de una herramienta que se ha mostrado eficiente y necesaria para mantener la economía de muchas de nuestras empresas en el presente año”.

 

A esta alturas, la digitalización se ha convertido en uno de los temas capitales del sector económico andaluz, malagueño y alhaurino. La forma en la que han evolucionado diferentes tipos de negocios durante los últimos años nos da una idea de hasta qué punto esta digitalización es necesaria.

 

En un principio se pensaba que la digitalización y la conversión al mercado electrónico solo iba a impactar en grandes empresas o en empresas que hundían sus raíces en los entornos digitales, bien porque vendían servicios o bien porque sus productos tenían una relación directa con el entorno digital. Nada más lejos de la realidad. En la actualidad, y desde hace un tiempo ya, sectores como el agroalimentario, tan importante en nuestra región, se benefician tanto como cualquier otro sector de esta implementación tecnológica.

 

La digitalización no solo permite una eficiencia mucho mayor, sino que ha abierto las puertas a otros mercados, con las plataformas online y la venta internacional, permitiendo que, por ejemplo, algunas denominaciones de origen estén por todo el mundo.

 

Para hacernos una idea del impacto y el beneficio que puede traer consigo esta digitalización, no hay más que mirar a otros sectores que han sabido utilizar esta tecnología no solo para actualizar su negocio, sino para optimizarlo y crecer exponencialmente.

 

El sector del ocio y del entretenimiento es uno de los mejores ejemplos. Esto se debe a que fue uno de los sectores que tuvo que adaptarse más rápidamente para sobrevivir, pero es que en la mayoría de los casos no solo ha sobrevivido, sino que ha aumentado sus ganancias exponencialmente.

 

En el caso de la industria musical, por ejemplo, hemos visto muchos y muy diversos cambios durante los últimos años, pero el más importante es que han pasado de un formato físico a uno digital y han sabido cómo aprovechar esto a su favor. En la actualidad, no hace falta que se vendan miles de discos para que un producto musical sea rentable, sino que las escuchas y la visualización online sostienen una industria multimillonaria.

 

Otro ejemplo, incluso más concreto, de esta adaptación digital lo vemos en el sector del juego. Los casinos han sabido cómo adaptarse a la web, aprovechando los puntos fuertes frente al formato físico y ofreciendo un abanico mucho más amplio de alternativas. Además, los casinos virtuales posibilitan que el usuario juegue desde prácticamente cualquier lugar, con la comodidad que esto conlleva. En definitiva, el sector del juego lo ha hecho tan bien en lo que respecta a su adaptación digital que no ha dejado de crecer durante los últimos años.

 

El último ejemplo del que nos gustaría hablar tiene que ver con el entretenimiento audiovisual. En este caso, como en el caso de la música, hemos pasado de formatos físicos como el VHS, el DVD o el Blu Ray (algunos todavía tienen cierta cabida en la industria), a disfrutar del cine y las series de televisión, generalmente, en grandes plataformas de vídeo bajo demanda. Pagar una pequeña cantidad de dinero mensual y disfrutar de una ingente cantidad de contenido era algo impensable hace tan solo unos años.

 

En definitiva, aunque el sector agroalimentario, la hostelería o el turismo, que son los sectores que vertebran nuestra economía, se fundamenten en circunstancias laborales y mercantiles diferentes al juego, la música o la industria cinematográfica, no cabe duda de que existen ciertas similitudes y, la idea del cambio digital, de cómo la tecnología ya ha transformado nuestras vidas y nuestros negocios, es algo que está cada día más presente y tiene cada vez más importancia, no solo para la optimización, sino ya para la supervivencia.