A pesar de un previsible aumento del tipo de interés en los próximos meses, con la pérdida de atractivo que implica, aún hay compañías que no temen este impacto

La inflación está siendo más larga de lo que muchos esperaban. Y, poco a poco, empieza a mermar el crecimiento económico. La confianza que desde Europa se había lanzado de que se trataba de un impacto temporal comienza a ponerse de entredicho y cada vez empieza a verse con más claridad que el tipo de interés va a empezar a subir, tarde o temprano. Todo apunta a que el Banco Central Europeo empezará a incrementarlo en los próximos meses, algo que ya hizo la Reserva Federal Americana para contener el impacto del aumento de los precios.

Este aumento del tipo de interés, que influye directamente en el coste con el que se financian las empresas, tiene un impacto directo en el comportamiento de las empresas. Por ello, las firmas que configuran el Ibex ya empiezan a dar algunos síntomas de agotamiento en este inicio de 2022. No obstante, no todo son malas noticias, ya que esta evolución también abre oportunidades de inversión en otros sectores y empresas que, en los últimos meses, han visto mermado su crecimiento por el impacto de la Covid-19.

Tal y como se puede ver en el portal especializado Inversiones24, uno de los sectores que más va a verse favorecido por el previsible crecimiento de los tipos de interés es el de la banca, que va a ver cómo aumentan sus beneficios a la hora de prestar dinero a particulares y empresas. En un entorno como el actual en el que prácticamente se presta dinero a un tipo de interés 0, cualquier incremento implica un aumento de sus beneficios.

En concreto y según los análisis especializados, Santander es el que tiene un mayor potencial alcista que se estima en torno al 32,45%, seguido de Caixabank, con un 26,90%. Por rentabilidad acumulada en 2021, Banco Sabadell es la entidad del Ibex 35 que mejor lo hizo el año pasado, cuando sus títulos ganaron en bolsa más de un 67%. También se estima un buen comportamiento para este año de Bankinter.

Y es que todo hace indicar, como se ha visto más arriba, que el coste de financiación se va a encarecer en Europa cuando el BCE finalice su plan extraordinario antipandemia (PEPP). Este plan tiene como fecha final el mes de marzo, momento en el que el organismo comenzará a realizar compras de deuda de menor cuantía, tal y como hacía antes de la pandemia de la Covid-19.

Valores de confianza en el Ibex

Sin embargo, las entidades tradicionales no son los únicos que van a ganar atractivo en los próximos meses a pesar del aumento de la inflación y el previsible incremento de los tipos de interés. Hay una serie de valores que se mantienen estables y las previsiones apuntan a que seguirán creciendo, convirtiéndose en una buena oportunidad de inversión para los ahorradores.

Entre estas compañías, una de las más interesantes es Acerinox, que va a verse beneficiada por el aumento del coste de las materias primas. En estos inicios de año, la empresa ya acumula un incremento superior al 8% tras multiplicar en 2021 sus beneficios por 12.

La empresa ACS también se muestra como una buena oportunidad de inversión para los ahorradores, ya que algunos analistas estiman que su crecimiento para este año puede ser de hasta un 36%, logrando el precio por acción de 31 euros. Cabe recordar que la compañía ha protagonizado en las últimas semanas ventas de varias de sus líneas de negocio, como su división de Servicios Industriales, que ponen de manifiesto la buena salud de la compañía.

En cuanto al tipo de inversión a la hora de maximizar los ahorros, los analistas siguen apostando por la renta variable, ya que ofrece mejores oportunidades a pesar del mayor riesgo que implican otras opciones. Según los datos de 2021, un producto de renta variable nacional se anotó de media un 26,5%, lo que le distancia, en mucho, del crecimiento del 7,93% que ganó el Ibex.

Al respecto, la encuesta BOFA realizada en EE UU  indicaba que el 92% de los consultados contemplaba que la renta variable seguiría siendo positiva en 2022 y solo un 8% tenía una opinión bajista para la renta variable. Sobre una posible recesión, solo un 6% de los consultados estimaba una situación negativa en los mercados internacionales.