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( María Damiani ) “Siempre he tenido pequeñas grietas. Creo que todos tenemos el corazón astillado, más que partío. Los mejores muebles se sacan de las astillas ¿no? y no de las grandes encinas. Si tuviéramos que hacer una casa con los corazones de la gente tendríamos problemas de humedad. Hay mucha grieta por ahí. Todos tenemos el corazón partío y con muchos remaches, ¿quién tiene el corazón entero?” Esto expresó una vez Alejandro Sanz en una entrevista.

¿Pero, qué nos representa el corazón?

 Expresiones como “tengo el corazón herido”, “hazle caso a tu corazón”, entre otras, están asociadas a sentimientos y emociones. Muchos desarrollan algún problema físico al pasar por un estrés emocional profundo, por preocupaciones, ira o enojo.

 Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de fallecimiento en todo el mundo. Pero hay una muy buena noticia: tal y como apunta el doctor Oriol Solé, jefe del departamento de Cirugía Cardíaca de Clínica Pilar Sant Jordi de Barcelona, las enfermedades cardíacas están disminuyendo. Esto es así, en parte, por el hecho de que la población cada vez vive más años, creando más posibilidades de detectar y tratar enfermedades cardiovasculares.

 Alrededor de 70.000 personas sufren un infarto agudo de miocardio cada año en España.

 El corazón representa la esencia de nuestro interior y la mejor forma de cuidarlo es mejorando hábitos diarios para disfrutar de una mejor calidad de vida y salud. Estos cambios no solo pueden estar relacionados a la alimentación y los ejercicios, sino también a la espiritualidad como: mantener buenos pensamientos, expresar gratitud y amabilidad, aprender a perdonar y disfrutar de alegrías. Vivir de esa manera puede prevenir problemas cardiovasculares así como promover salud y felicidad.

 La defensora del tratamiento mental, Mary Baker Eddy, expresa que “la salud y el ser armonioso son cualidades espirituales del Amor que el hombre refleja”.

 Los pacientes con enfermedades cardíacas que practican meditación trascendental para reducir el estrés tienen tasa de muertes, ataques al corazón e ictus un 50 por ciento menor que la de aquellos que no meditaban, pero siguieron programas educativos en salud.

 Así lo señala un estudio realizado por investigadores del Medical College de Wisconsin, en Estados Unidos, en colaboración con el Instituto de Medicina Natural y Prevención de la Maharishi University of Management (MUM). Para el profesor de Medicina Theodore Kotchen, coautor de este estudio, “en los hombres y mujeres afroamericanos con enfermedades cardíacas, la meditación trascendental —una técnica para reducir el estrés— reduce la probabilidad de morir, de sufrir infartos de miocardio no mortales e ictus no mortales en un 47 por ciento”.

 Tanto la meditación como la oración nos ayudan a alinear nuestro pensamiento con la armonía divina. Los pensamientos de limitación y temor a las enfermedades tienen efectos negativos mientras que los buenos pensamientos nos aportan paz y bienestar.

Sentir la influencia del Amor Divino nos sana.

 En muchas ocasiones, se ha demostrado que las mascotas también pueden beneficiar la salud del corazón y en especial los perros.

 Una declaración de la Asociación Americana del Corazón destaca en un estudio las ventajas que ofrecen las mascotas a la salud cardiaca (combatir la obesidad y el sedentarismo y controlar la ansiedad y la depresión).  Según dicho documento, tener un animal doméstico —en especial un perro— puede reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad del corazón.

 Está comprobado los beneficios físicos y emocionales que conlleva el convivir con animales, ellos son receptivos al ambiente que los rodea.

 Compartir nuestra vida con un perro fortalece el corazón y ayuda a vivir de un modo menos sedentario y esta convivencia no solo disminuye el ritmo cardíaco sino que nos ayuda a reflejar actitudes afectivas hacia los que nos rodean. Los perros desarrollan en las personas el más puro y limpio de los sentimientos: hacen que amemos y seamos amados.

 “Más se entrena nuestro corazón en el amor. Pues, lo mismo que el movimiento se demuestra andando, el amar se adquiere… practicando”, dice José Luis Cano psicoterapeuta y escritor español.

 El sentimiento y, más aún, el amor están íntimamente unidos al corazón.

Todos tenemos la posibilidad de preservar el corazón a través de un mayor entendimiento espiritual de la vida.

 María Damiani escribe acerca de la salud y el bienestar desde una perspectiva espiritual y es Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana en España. 

Email: spain@compub.org   Twitter: @compubespana