El intérprete estadounidense demostró en el segundo concierto del Portón del Jazz por qué es uno de los referentes del género. Ante un auditorio abarrotado, dejó huella en un mágico espectáculo con tintes de soul y rock

 La voz y la guitarra del genial Robert Cray resonaron anoche con fuerza en Alhaurín de la Torre en el segundo de los conciertos del Portón del Jazz, un espectáculo legendario e irrepetible, que dejó huella entre los presentes y que ya forma parte de la historia viva de este prestigioso festival. Hacía cuatro días que no quedaban entradas para la cita, fruto de la expectación levantada por una de las grandes estrellas mundiales del género, ganador de cinco premios Grammy, y que demostró ayer por qué a sus casi 60 años sigue considerado como una de las grandes figuras del blues, el jazz y el soul. Tal era el interés suscitado que momentos antes de empezar la cita se vieron en la puerta de la Finca Municipal El Portón a varias personas portando carteles de ‘compro entradas’.

El público, entre los que se encontraban personas de varios países, respondió con entusiasmo y aplausos permanentes en una velada mágica, en la que Cray, con una discografía formada por más de una veintena de álbumes, alternó temas de estilo vibrante con interpretaciones más pausadas, que recordaron a algunos de los mejores momentos del soul melódico norteamericano. Pero sin duda fue el blues el estilo que predominó en una noche para el recuerdo, con muchos matices, que dejó patente las influencias experimentadas por el músico a lo largo de su carrera, desde el gospel al rock de los 70.

Los solos de su guitarra eléctrica, de gran virtuosismo, se turnaron con canciones poderosas: un torrente de voz que cautivó a los espectadores, quienes le correspondieron con cerradas ovaciones. En el concierto se escucharon varios temas de su último trabajo, ‘Nothin but love’ (2012), junto con otros estándares del jazz y otros de una discografía que se remonta a 1980, aunque el intérprete de Georgia no alcanzaría la fama hasta 1986, cuando grabó junto a Eric Clapton y Steve Ray Vaughan ‘Live Ballad in Dallas’.

Precisamente, la crítica siempre le ha situado al nivel de Clapton o de B.B. King en lo que se refiere a su influencia en el blues contemporáneo, estilo en el que impartió una lección magistral en Alhaurín de la Torre, perfectamente acompañado por su elenco de músicos habituales: James Pugh al teclado, Richard Cousins al bajo y Lester Falconer a la batería. De esta forma, el Portón del Jazz figura por fin en la nómina de festivales de prestigio que han contado con la participación de Robert Cray, como Montreux o el emblemático Crossroad Guitar.

Ayer en nuestro municipio su actuación quedó grabada en la memoria colectiva de un público que le reconoció su calidad como intérprete y autor de unas letras de gran belleza, que entonó en canciones llenas de exquisitez y armonía, justificando su categoría de estrella de la música del siglo XX en uno de los géneros norteamericanos por excelencia. En definitiva, fue una noche brillante, que se inició, al igual que en el primero de los conciertos del ciclo, protagonizado por Chano Domínguez, con la actuación de algunos de los participantes en el I Concurso Portón del Jazz, dirigido a artistas y grupos emergentes del género.

JAZZ4US Y CALLE MANOUCHETTE, EN EL CONCURSO DE TALENTOS

La plaza Antonio Romero volvió a ser el escenario de este espectáculo, que sirvió para ambientar la velada previa. En torno a las ocho y media de la tarde comenzaron las actuaciones de los teloneros. En esta ocasión, fueron dos los conjuntos participantes. Por un lado, Jazz4us, un trío malagueño formado por la vocalista Nur María Mir, el guitarrista Pepe Triano y el bajista Óscar Caba.

No era la primera vez que actuaba en Alhaurín este grupo, que ha estado presente en numerosos eventos y festivales tanto dentro como fuera de Málaga, y que nació para interpretar a los clásicos de la historia del jazz, pero adaptándolos a su toque personal y dotándolos de arreglos interesantes y estilosos. Calle Manouchette fue el otro grupo que dejó su impronta en la plaza Antonio Romero. Esta banda rindió homenaje al estilo conocido como ‘manouche’ o ‘swing gitano’, un jazz de influencia francesa que mezcla el virtuosismo instrumental con la improvisación creativa nacida de la música de aires zíngaros que protagonizaba el pueblo romaní de Europa en los años 30, con la figura de Django Reinhardt a la cabeza. Sus componentes son Antonio Yuste (guitarra acústica), Javier Berrocal (guitarra jazz y española), Pepe Triano (contrabajo), Óscar Caba (guitarra jazz) y la cantante Silvia González.

RESTO DEL PROGRAMA

Las entradas para el resto de los conciertos del Portón del Jazz, que organiza la Concejalía de Cultura que dirige Isabel Durán, siguen a la venta y pueden adquirirse en la misma Finca El Portón, en la central de entradas de El Corte Inglés y en la página web www.mientrada.net. El precio es de 10 euros.

El tercero de los conciertos será el 19 de julio y estará a cargo de la AJM Big Band, que se integra dentro de la  Asociación de Jazz de Málaga. Esta entidad se constituye en el año 2011 como una asociación cultural sin ánimo de lucro con la intención de potenciar el jazz en la ciudad a través de formación, organización de talleres, seminarios, conciertos y festivales. En menos de dos años, muchos músicos de jazz de España hablan ya de la AJM y se trasladan a nuestra capital. La AJM Big Band está compuesta por los jovenes malagueños Ernesto Aurignac,  Jose Carra, Tete Leal, Enrique Oliver y  el valenciano Arturo Serra.

Ernesto Aurignac es hoy día uno de los saxofonistas más destacados en España. Licenciado en saxofón clásico en el Conservatorio Superior de Málaga, a continuación se instala en Barcelona. Ha actuado en toda España y en medio mundo. Jose Carra, pianista y compositor forma parte de la nueva generación de músicos de jazz españoles. Pero su formación como músico clásico, especialmente volcada a la composición, hace de él un músico particular, en el que se dan la mano jazz y clásico. Tete Leal empieza a estudiar saxofón con 7 años y en diez años termina sus estudios con la titulación de profesor superior. Paralelamente estudia flauta y flamenco de forma autodidacta. Ha tocado con numerosas agrupaciones.

Enrique Oliver comienza en nuestra tierra sus estudios musicales a los 8 años, estudios que completa en diversos puntos de España y el extranjero. Ha participado en numerosos conciertos y festivales: Málaga, Córdoba, Madrid, Sevilla, Canarias, Getxo, Pontevedra, Lisboa, Birmingham , Frankfurt…

Arturo Serra tuvo su formacion como percusionista en el Conservatorio Superior de Valencia. Sus inicios en el mundo del jazz empezaron formando parte  de la Big Band de Sedavi (Valencia). Ha estudiado con profesores como Gary Burton, Ed Saindon, Jerry Bergonzi o David Santoro y ha participado en masters class.

Con esta Big Bang actuará el saxofonista alto Perico Sambeat, quien  es considerado como uno de los grandes músicos de jazz españoles y uno de los de mayor proyección internacional. Se ha ganado a pulso un enorme prestigio por su extraordinaria carrera profesional de mas de 20 años, dentro y fuera de España. Con más de una veintena de discos como líder y cerca de un centenar como acompañante, además de numerosos galardones, destacan sus trabajos con grandes figuras como Brad Mehldau, Kurt Rosenwinkel, Tete Montoliu, Michael Brecker, Pat Metheny… Y ha colaborado con Dave Douglas, Bob Sands, ChrisKase, George Colligan, Chano Domínguez, Llibert Fortuny, Lluís Vidal , Albert Sanz…

El 26 de julio, Andrea Motis y Joan Chamorro pondrán el broche de oro con el último de los conciertos. Ellos son considerados la revelación del jazz catalán, cuyo circuito en el género es reconocido por su viveza y gran movimiento. El multiinstrumentista Joan Chamorro acumula una gran y reconocida trayectoria, tanto desde el punto de vista de la interpretación y la dirección, como desde el lado formativo. Se considera la big band más joven de Europa. Al frente de la Sant Andreu Jazz Band se cruzó con una niña de 12 años, con la que ya ha publicado dos discos. Aquella chica era Andrea Motis, cantante, saxofonista y trompetista  cuya precocidad sobre la escena y personalidad llama la atención por méritos propios y que a sus 18 años conjuga juventud y virtuosismo.

La dilatada trayectoria de Chamorro como saxofonista le ha llevado a trabajar con los grandes: Tete Montoliu, Slide Hampton, Bebo Valdés, Randy Brecker, The Manhattan Transfer, Stevie Wonder, Dave Mitchell… El elenco de músicos con los que ha trabajado es impresionante, sin descuidar su preocupación formativa.