El negocio bancario no ha pasado en los últimos años por su mejor momento y ello ha provocado que las comisiones hayan crecido tanto en variedad como en el importe medio cobrado por las mismas a los usuarios. Aunque es algo que se puede negociar con la entidad bancaria, lo cierto es que pocas personas logran escapar de ellas.
Las comisiones bancarias son de libre aplicación por las entidades, ya que son un derecho que tienen las entidades de cobrar por prestar un determinado servicio. Pueden ser comisiones genéricas o individualizadas, pero en ningún caso se pueden cobrar por un servicio que no te está prestando la entidad, así que puedes reclamar si es el caso.
Pero ¿qué tipos de comisiones bancarias existen?
Aunque cada vez existen más bancos sin comisiones en España, lo cierto es que estas son muy habituales en la mayoría de entidades. Algunas de las comisiones más importantes son las siguientes:
Comisión de mantenimiento
Es quizás la más común de todas y se suele aplicar por mantener una cuenta bancaria abierta con la entidad. Lo habitual es que esta comisión oscile entre los 25 y los 45 euros al año, aunque la cifra puede ser superior en algunos casos.
Comisión de administración
Es una comisión que suele aplicarse por realizar operaciones en los cajeros automáticos o por conservar la tradicional cartilla del banco. Normalmente cobra por cada operación un importe que ronda los 50 céntimos de euro.
Comisión por transferencias bancarias
Es una comisión que cobran las entidades al realizar una transferencia de dinero a otra cuenta, tanto en la zona SEPA como a nivel internacional. Es una comisión que suele rondar los 3 euros, aunque se puede renegociar con la entidad en algunos casos, como por ejemplo si eres autónomo.
Comisiones de tarjetas
Son comisiones que se cobran por emitir tarjetas, por renovarlas, por solicitar un duplicado de tarjeta o por sacar dinero a crédito con las mismas. Las tarjetas no están libres de comisiones, aunque existen algunas entidades más flexibles que otras.
Comisiones por descubiertos
Esta comisión la cobran las entidades si el usuario mantiene un descubierto en cuenta, es decir, un saldo negativo en la misma. Puede ser una cantidad fija por haber entrado en descubierto, o una cantidad variable en función del tiempo que transcurra hasta que la cuenta vuelva a estar en positivo.
El sector bancario parece aprovechar cada oportunidad para cobrar comisiones a sus usuarios, aunque la presencia del sector bancario de los EEUU y los fondos europeos destinados a la banca como parte del plan de recuperación del COVID pueden traer sorpresas en materia de reducción de comisiones.
Estas son algunas de las comisiones más frecuentes que las entidades bancarias cobran a sus clientes. En la actualidad supone una de sus vías principales de ingresos, aunque muchas entidades están ofreciendo cuentas sin comisiones para atraer clientes y aprovechar el descontento de muchas personas con estos cobros por parte de su anterior entidad.