El SIDA ha sido la gran epidemia del siglo XX y, aun, a día de hoy, no ha encontrado cura. Si bien es cierto que en nuestro país la incidencia en el número de casos ha disminuido, las repercusiones que supone para la salud y la moral en la sociedad no han decaído.
La ciudadanía debe enfrentarse con esta enfermedad a superar miedos y tabúes, pues de ella se hacen referencia a valores como la solidaridad, la tolerancia y la capacidad de respuesta de la sociedad ante este problema.
En toda cultura y sociedad existen normas y valores que favorecen el desarrollo de ciertas pautas de conducta que contribuyen a frenar su contagio. Es necesario una adecuada formación y conocimiento para influir directamente en el control del SIDA. Por ello, es necesaria la prevención y sensibilización de la juventud en materia de salud sexual.
Desde el principio de la epidemia, se estima que 3,8 millones de menores de 15 años de edad se han infectado por el VIH y que 2,7 millones han fallecido. Más del 90% de esos niños y niñas han contraído el virus a través de sus madres seropositivas, antes o durante el parto o a través de la lactancia natural. Más de 8 millones de niños han perdido a su madre por causa del SIDA antes de cumplir los 15 años, y muchos de ellos también han perdido a su padre.
Conocer la enfermedad no es suficiente, debemos saber cómo enfrentarnos a ella, de una manera más directa y efectiva, olvidando cualquier prejuicio y trato discriminatorio, afectando por igual a todas las personas, siendo indiferente la condición sexual de las mismas.
Actualmente, se calcula que en España hay 130.000 personas portadoras del VIH, de las que casi el 30 por ciento, unas 40.000, no lo saben. Desgraciadamente, los recortes presupuestarios en Sanidad llevados a cabo por el Gobierno de Mariano Rajoy han provocado la práctica supresión de la partida presupuestaria del Plan Nacional del SIDA, asimismo se ha reducido en un 66% el presupuesto destinado a entidades que trabajan en el ámbito del VIH, provocando todo ello un retroceso de treinta años en materia de prevención, atención, formación y tratamiento a personas con VIH.
La realidad nos muestra que la enfermedad no tiene un tratamiento curativo. Por ello, Juventudes Socialistas de Andalucía entiende que la lucha debe centrarse en adecuadas tareas de prevención en la lucha contra el SIDA, siendo la educación la clave para la prevención, debiendo ser el refuerzo en los sistemas de salud.
Juventudes Socialistas de Alhaurin de la Torre.