Si se necesitan guardar objetos, elegir la opción de los servicios de minialmacenes, como este alquiler de trasteros Málaga, puede ser de gran utilidad, por los siguientes motivos:

  • Ofrecen un servicio de calidad, con locales bien preparados y atención las 24 horas, los 365 días del año.
  • Disponen de modulaciones que se adaptan a las necesidades del cliente. Desde las opciones más minimalistas de 1 m², a las más espaciosas, generalmente, de hasta 20 m² y 30 m².
  • Tienen instalaciones dotadas de sistemas y personal de seguridad, además de carentes de humedad y con un mantenimiento de limpieza, para que se encuentren en óptimas condiciones
  • Están disponibles en todas las ciudades y localidades con niveles de población significativos.
  • Albergan aparcamiento para clientes.

Las pautas de vida de hoy en día suelen generar, cada vez más, elementos en desuso, sea éste temporal o definitivo (herramientas, objetos personales, libros y material escolar), o incluso artículos que aún estando en uso, el mismo es esporádico, o aún siendo frecuente se prefiere su depósito y custodia en uno de estos trasteros (material deportivo: tablas de surf, tiendas de campaña, bicicletas, accesorios de pesca…). Normalmente, los propietarios de estos objetos no quieren deshacerse de ellos por diversos motivos y encuentran en el alquiler de trasteros una opción fiable para su custodia. Alquilar un trastero también es una opción muy recomendable e interesante si se va a efectuar una mudanza.

Los usuarios de este servicio no necesariamente son personas o empresas que no disponen de este tipo de espacios en su domicilio o nave industrial, sino que muchas veces dicho espacio ya se les ha quedado pequeño o prefieren independizar, por los servicios que se ofrecen, determinados artículos en un trastero alquilado. Así, por ejemplo, una empresa puede elegir esta opción para el depósito documental que exige la legislación tributaria. Evidentemente, donde tiene una gran acogida el alquiler de trasteros es en aquellos clientes que no disponen de los mismos  en sus residencias; alquilar uno o varios les permiten disfrutar del desahogo que suponen estos espacios.

También cobra pujanza en este mercado la posibilidad de instalar una actividad profesional personal, sin que la misma repercuta negativamente en el domicilio familiar (ruidos, falta de espacio en el propio inmueble, suciedad…).

Sin embargo, las empresas del sector no sólo ofrecen la opción del alquiler de trasteros, la complementan con opciones como el guardamuebles, la provisión de estanterías, cajas de cartón y embalajes, e incluso la destrucción de documentación garantizando que la misma cumple con los protocolos de confidencialidad y gestión del residuo de papel generado. Un extenso abanico de ofertas, que tratan de cubrir todas las necesidades de los clientes.

Ante una mudanza, se plantean dos cuestiones: la cantidad de muebles a trasladar y los plazos en que se va a ejecutar dicha opción. Ante estas necesidades los trasteros ofrecen la posibilidad de modular y adaptar ambos requisitos para que pueda ejecutarse con el menor impacto posible. Por ello, las empresas del gremio ofrecen, generalmente, esta opción, ya que tiene unos costes muy asequibles al bolsillo del ciudadano medio y garantiza la custodia de los muebles y enseres hasta la ejecución final de la mudanza.

Las empresas que ofrecen este servicio tienen, asimismo, suscritas pólizas de seguro, que no suponen un cargo adicional  de cara al cliente, que cubren la posible pérdida, robo, o deterioro, de las pertenencias depositadas. Igualmente, se ofrece la posibilidad al cliente de suscribir las pólizas complementarias que considere conveniente.

Un componente significativo de usuarios de los minialmacenes son empresas que apoyan su gestión logística y administrativa en estos espacios. Desde la gestión de determinados stocks, hasta el clásico archivo documental son numerosas las ocasiones en que se contratan estos servicios. Además, muchas de las empresas del sector ofrecen a las empresas, en el horario de atención presencial, la posibilidad de realizarles la logística (recogida y ubicación en el trastero de los envíos realizados por el cliente), así como servicios de mensajería, sin que ello suponga modificación respecto de las cantidades acordadas. Asimismo, integran la posibilidad de realizar la retirada y gestión del reciclaje, de los embalajes de cartón y plástico que se han recibido..

Los contratos de estos servicios suelen realizarse por un tiempo mínimo de un mes, renovable tácitamente por las partes. Los precios se sitúan alrededor de los 25 €/m², mientras que para los guardamuebles están sobre los 95 € por una sección de unos 15 m³.

Finalmente, el mercado particular, al hilo del dinamismo de este tipo de actividad, se ha incorporado en ofrecer, también, alquileres de trasteros. La importancia de este tipo de actividad respecto de la gestionada por las empresas del grupo es baja, porque las condiciones que ofrecen son más precarias y no tienen la flexibilidad y garantías de las empresas del sector.