Sin contar las subvenciones que recibimos para servicios sociales , empleo, consumo, construcción de equipamientos deportivos, o convenios de colaboración.

 Mucho se está escribiendo sobre la modificación de la ley de administración local, argumentando el PP,  como única excusa, el “derroche” que según ellos realiza la Junta de Andalucía.

 Pues bien,los municipios se nutren financieramente de recurso propios, tales como impuestos o tasas, entre otros, pero también gracias a los ingresos del Estado o de la Junta de Andalucía, y es esta Comunidad, la andaluza, la única que tiene una Ley para distribuir entre sus municipios, en función de unos criterios concretos, una cantidad en nuestro caso, casi dos millones de euros, para que cada Ayuntamiento, dentro de su autonomía destine lo percibido en lo que el equipo de gobierno decida. Unos lo gastarán en poner palmeras, y otros en mejorar el turismo. El nuestro prefiere lo primero.

 A estos dos millones, habría que añadir otras más partidas , como la reciente de casi un millón de euros, que Alhaurin de la Torre, dispondrá para la nueva Escuela Taller, que construirá una zona de esparcimiento en la zona del Cordobés. Luego dirán que los Ayuntamientos tienen competencia pero no financiación. Mentira.

El PP tiene libertad absoluta para decidir en qué gastar este dinero, desde aquí le damos una idea: mantener, conservar y arreglar los centros escolares que son competencia del Ayuntamiento, y que no lo está ejecutando, prueba de ello, son los 9000 millones de euros que el PP  ha presupuestado para tal fin, en 2013. Con casi dos millones de euros, se puede tener los centros en perfecto estado, lástima que que el PP, prefiera gastar más en alquilar el estudio de Torrevisión de más de 50,000 euros, que en arreglar los colegios.  Esto dice mucho de cuál es la prioridad, y hacia dónde quieren llevarnos. Una puntualización más en relación a la reforma de administración local: tras su aprobación, los ayuntamientos no estarán obligados a reservar espacios para construir centros públicos. Hay que leer la letra pequeña de las leyes, y ésta en concreto tiene mucha.