cementerio(Esperanza Mena) Ya se acerca el día de todos los Santos y yo le voy a “robar” unos versos al gran poeta Gustavo Adolfo Bécquer.

¡Qué tristes y qué solos se quedan los muertos! Y tenía toda la razón, pues aunque nadie olvida a sus seres queridos, los dejamos solos en ese camposanto que hemos construido para darles el descanso eterno.

¿Quién de nosotros no tiene a alguien allí? Solemos ir de vez en cuando a ponerles unas flores en su tumba, sobre todo, el día uno de Noviembre; es el día de todos los Santos y rendimos culto a nuestros muertos, acudimos con nuestras ofrendas y ese día lucen los cementerios su mejores galas. Hay flores para todos los gustos, pero yo, ese día en particular, quiero rendir homenaje a esos mineros muertos en la fatídica mina que rompió todos sus sueños.

Y que no se me olviden los que duermen el sueño eterno en cunetas y otros lugares donde nadie puede visitarlos ni llevarles un ramo de rosas: Nada hay más doloroso que no saber dónde yacen esos seres que nos fueron arrebatados, unos por una guerra fratricida, otros por asesinos sin escrúpulos ni corazón.

Vaya  para ellos  mi respeto y mis oraciones y espero que todos tengan la paz que tanto se merecen.

 Así sea…