Cuando hablamos de ser empresario, una de las primeras cosas que nos viene a la mente es libertad financiera, independencia y posibilidad de crear negocios exitosos. Y es que ciertamente existen muchas ventajas de ser un emprendedor, como el hecho de ser tu propio jefe y ya no tener que reportarle a un superior tus resultados. O si no te atrae emprender en solitario, quizá te atraiga el compartir con un socio y crear en equipo para desarrollar el plan de crecimiento para la empresa.
Sin embargo, sabemos que emprender también implica mucho compromiso, ya que si quieres que el negocio realmente prospere debes trabajar incansablemente hasta conseguir ese crecimiento tan deseado. Afortunadamente, existen muchas herramientas para lograrlo, y una de ellas son los préstamos para pequeñas empresas.
Esta opción de financiación está disponible para aquellos negocios que tienen una operación de al menos nueve meses y que generan ventas de €30,000 al año. Normalmente, se reciben los fondos en un lapso de pocos días.
¿Cómo puedes conseguir un préstamo para tu pequeña empresa?
Antes de acudir a un prestamista, debes conocer cuáles son los requisitos que debes cumplir, como los mencionados anteriormente. De hecho, algunos prestamistas exigen un funcionamiento de al menos dos años de operación así que contempla que, si tu pequeña empresa es relativamente nueva, tendrás menos posibilidades de acceder al préstamo.
Otro punto importante que debes tener claro es el monto que necesitas que te presten, ya que muchas instituciones se manejan por un tope máximo a prestar a fin de cubrir su riesgo. Para el prestamista es importante conocer este monto así como el uso que le darás al préstamo, pues de esta manera podrá analizar si estás en capacidad de cumplir con los compromisos de pago del mismo.
Por último, pero no menos importante, debes conocer tu puntaje de crédito, ya que el historial crediticio que tengas le dará mucha información sobre tu reputación financiera al prestamista que esté evaluando tu solicitud.
Considera además que si tienes un bajo puntaje, o incluso si aún no posees uno por la edad de tu empresa, te podrían ofrecer un menor monto o tasas de interés más altas.
Ojo: para ser beneficiario de este tipo de préstamos, el empresario idealmente debe tener una puntuación de crédito FICO de 550 o superior.
¿En qué puedes ocupar un préstamo?
La rutina de los empresarios suele ser muy agitada. Por eso, una de las premisas más importantes sobre los préstamos para pequeñas empresas es hacer un uso inteligente de los mismos.
Tomemos el siguiente ejemplo: Guadalupe Cuéllar es una empresaria que vende frutas y verduras en un local a pie de calle. Conforme pasaron los meses, se dio cuenta de que tenía la oportunidad de abastecer a los restaurantes de la colonia, y decidió solicitar un préstamo que le permitió pagar a su red de distribución a tiempo; además, pudo comprar dos camiones y aumentar su fuerza laboral.
La historia de Guadalupe puede ser la de cualquier empresario. Ella utilizó su préstamo para la compra de vehículos y la contratación de personal, pero tú como emprendedor puedes usar un préstamo para beneficiar a tu negocio con:
- Comprar materias primas y equipos.
- Ampliar una planta o tus instalaciones.
- Hacerte de personal especializado.
- Invertir en tecnología, con el fin de mantenerte a la vanguardia.
¿Te interesa crecer y crees que un préstamo para pequeñas empresas es la mejor opción para ti? Toma nota de estas recomendaciones y analiza si podrás cumplir con los compromisos de pago (recuerda que los préstamos tienen un costo). Bien manejado, este tipo de financiamiento es una apuesta inteligente para el crecimiento de tu negocio.