Desde 1975, España entró en el grupo de economías con una tasa de fecundidad muy baja. Aunque se ha mejorado desde entonces, la baja natalidad siempre ha sido la tendencia general. El nuevo número de Esenciales, documento elaborado por la Fundación BBVA y el Ivie, analiza la situación actual de la natalidad española, la cual presenta el segundo nivel de fecundidad más bajo en la Unión Europea.

La disminución del nivel de natalidad se ha reflejado nueve meses después del confinamiento por el COVID-19. En el caso de la región de Aragón, los datos de los meses de enero y diciembre en hospitales como el Miguel Servet, apuntaron a un resultado de 205 partos menos.

“En diciembre hemos tenido un 30% menos de partos que en el mismo mes del 2019 y en enero también. De momento no se percibe ningún baby boom, habrá que esperar un poco más para ver cuál es la tendencia”, aseguró Belén Rodríguez, jefa de sección de Paritorio y Urgencias de Maternidad del Hospital Universitario Miguel Servet.

En específico, las cifras de diciembre y enero, nueve y diez meses desde el inicio de la pandemia, dejan en el Miguel Servet 205 menos nacimientos. De la misma manera, en el Hospital Clínico la situación no es mejor, ya que según fuentes del centro médico, hasta marzo no se pudo valorar si hubo algún repunte por el confinamiento. “En el futuro no lo veo mejor porque por el número de mujeres en edad reproductiva que hay lo previsible es que la tasa de natalidad de los próximos años siga bajando o se estabilice”, añade Ródriguez.

En cualquier caso, Rodríguez señala que la situación actual ha obligado a los especialistas a adoptar pautas precisas en los casos de madres contagiadas por el coronavirus. Con el personal usando equipos de protección individual, así como la implementación de medidas extremas de higiene, los partos se dieron con total normalidad y en todos los casos no hubo contagio intrauterino.

Por otra parte, la crisis sanitaria del COVID-19 también ha generado que se ponga especial atención a las mujeres durante el embarazo. “En el periodo de gestación, es importante que la madre tenga una alimentación equilibrada, ya que de esta manera se va a proporcionar los nutrientes adecuados para favorecer el crecimiento y el desarrollo del bebe dentro del vientre. Por ello, el consumo de hidratos de carbono y proteínas mantendrán el nivel de energía y activará la producción de la leche materna”, recomendó Dannie Hansen, fundador de SUNDT.

El Materno Infantil del Servet cumplió 50 años y en todo este tiempo la doctora Rodríguez afirma que el perfil de la mujer ha cambiado. “Todo ha evolucionado tecnológica y asistencialmente, pero el cambio en la mujer que es madre es muy grande”, dice.

Además, fruto del retraso en la maternidad, las técnicas de embarazo también han evolucionado. Así, por ejemplo, la reproducción asistida no existía cuando el hospital abrió sus puertas. Esto ha generado un aumento de embarazos gemelares.