La lactancia materna es una manera ideal de proporcionar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento saludable y, además, ayuda a establecer el vínculo entre la madre y su hijo, según José Manuel Moreno Villares, coordinador del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

El documento ‘Lactancia materna en cifras: tasa de inicio y duración de la lactancia en España y en otros países’, del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría señaló que la alimentación con leche materna (LM) puede ser una intervención sanitaria con un menor coste económico, que aporta mayores beneficios al bebé.

Lactancia materna en España

La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva (LME) dentro de los seis meses posteriores al nacimiento y la lactancia mixta después de que el bebé cumpla dos años.

Para amamantar con éxito, en realidad no se necesita más que la presencia de la madre y su bebé. Sin embargo, debido a que esta práctica no siempre es sencilla, puede ser necesario buscar ayuda durante el proceso. Siempre que haya buena información, apoyo de la familia y el sistema de salud, casi todas las mujeres pueden amamantar.

Según la colaboradora de la sección Embarazo & Lactancia en Superguapas, Adriana Nuñez, algunas madres utilizan herramientas de lactancia después de que nazca el bebé. “Algunos artículos como sujetadores y cojines de lactancia hacen que la posición para amamantar sea más fácil y cómoda; mientras que otros elementos como extractores son esenciales cuando se tiene problemas con la lactancia que requiera que se extraiga leche”, sostiene.

De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Salud, la prevalencia estimada de LME en España es de: 71% a las 6 semanas de nacimiento, 66,5% a los 3 meses, 49,6% a los 6 meses y 20% al año de nacimiento.

La composición de la leche materna

Según Moreno Villares, la energía que aporta la leche materna está entre 530-580 calorías, distribuidas en 55% de lípidos, 35-40% de carbohidratos y 5-6% de proteínas. Los carbohidratos que contienen lactosa son responsables del desarrollo de la microbiota de las bacterias del ácido láctico, y su digestión produce heces ácidas y oligosacáridos, que representan el 10%, y es beneficioso para la microbiota rica en bifidobacterias; grasa, cuya composición cambia a lo largo del día.

La tasa de absorción de la leche es del 95%, mientras que la leche es del 85%, lo que ayuda a una rápida digestión, proteínas con aminoácidos esenciales; baja proporción de hierro; e inmunoglobulinas y otros nutrientes, el más abundante de los cuales es la Ig A, un anticuerpo eficaz contra los patógenos. Además de la vitamina B, encontramos ácido fólico y zinc.

La LM también puede estar relacionada con un mayor control sobre la regulación de la ingesta y la reducción del riesgo de obesidad y diabetes tipo 2 en la edad adulta.