A pesar de que la planta del cannabis ha acompañado a la humanidad a lo largo de su historia, ha sido en los últimos años cuando se ha abierto una ventana hacia su total legalización. Pocos son los países que han conseguido llegar a un consenso político y social para convertirla en una sustancia legal, tanto con fines terapéuticos como lúdicos.
En España el debate está sobre la mesa. Hasta el momento se había conseguido un pequeño avance a partir de la legalización de plantas de cannabis CBD, que encontramos en Fast Buds, pero siempre que su consumo y cultivo no fuera en público y restringido al uso medicinal. Pero ¿se conseguirá algún día regularizar su uso como se hizo con el tabaco?
Otros países ya lo han conseguido
Es cierto que el uso de cannabis con fines lúdicos sigue siendo el gran enigma de la mayoría de las corporaciones sanitarias mundiales. Cada país asume sus propios riesgos y dicta leyes acordes a las necesidades de sus ciudadanos. Algunos de estos países, como por ejemplo Estados Unidos, está dividido en aquellos territorios en los que está permitido totalmente, otros en casos terapéuticos, y otros en los que está prohibido, perseguido y penalizado.
Solo unos pocos han conseguido llegar a su total legalización. En el caso de la Unión Europea, solo los Países Bajos han sido capaces de legalizar tanto su venta como su consumo. En el resto del mundo nos encontramos con Canadá, el primer país del G20 que ha creado una ley específica de libre consumo del cannabis.
La actualidad legal del cannabis en España
En España se ha abierto un importante debate político sobre la regularización del cannabis, tanto en su uso terapéutico como lúdico. Algunas fuerzas políticas han creado un grupo de trabajo con el que redactar una serie de leyes que puedan permitir una total cohesión entre las necesidades sociales y la protección al ciudadano. No en vano, un 35,2 % de los españoles dicen haber fumado un porro alguna vez en su vida.
En este momento, según el código penal y el artículo 368, queda penalizado el cultivo, venta, tráfico y cualquier otra actividad que incite al consumo de cannabis. Sin embargo, deja la puerta abierta si es para consumo propio, creando unos baremos de cantidades que quedan poco claras.
Fumar cannabis un tema a debatir
Una de las razones principales que se exponen en el Congreso, con el fin de apoyar la total regularización del uso de cannabis, no solo para uso terapéutico, es el estado de hipocresía en el que se mueven las leyes españolas frente a las necesidades de sus ciudadanos. Según las últimas estadísticas, un 11 % de la población española es consumidora de cannabis de forma regular.
Para conseguir este tipo de productos los ciudadanos deben acudir al mercado negro con todo el peligro que ello conlleva. A partir de su regularización, el Estado tendrá mayor control del mercado, por lo que se ofrecerá un producto de calidad, se crearán un buen número de puestos de trabajo y revertirá en la economía a través de los impuestos correspondientes. Llegando a hacer desaparecer la lacra del narcotráfico y todas sus violentas consecuencias.
De momento el debate ya está en el Congreso, el primer paso ya ha sido dado, solo queda un último empujón.