(Daniel Gándara, UPyD Alhaurín) Este escrito es para agradecer a Ramón Guanter, concejal de UPyD, un gesto. Muchos podéis pensar que qué ataque de personalismo nos ha dado en UPyD, donde sus miembros hacen artículos para ensalzar a su cabeza de lista. Otros pueden pensar que soy carne de partido y que este artículo es un simple intento de ¨pelotilleo¨ para medrar.

Antes de juzgar, pido que se me deje explicarme:

Hace un tiempo se me ocurrió una moción y se la comenté a Ramón. Siguiendo el modelo de los países cuyo sector de investigación es puntero, podríamos organizar un concurso de ciencia anual entre los universitarios los cuales presentarían proyectos para mejorar cualquier aspecto de nuestro pueblo. Los ganadores recibirían un premio en metálico y la posibilidad de iniciar una empresa disponiendo de oficinas gratis y exención de impuestos parcial los primeros años.

Esta moción se materializó y se llevó a votación en el pleno del anterior viernes. Allí pude ver como este concejal defendía la moción con ganas, con energía, mostrando verdadera ilusión porque saliera adelante, fue un espectáculo democrático precioso.

Todo para que saliera adelante una moción que si se hubiese debatido y se hubiese hecho algún esfuerzo por llegar a acuerdos sería una vía para que muchos de mis compañeros universitarios pudiesen comenzar una aventura empresarial, pudiesen aspirar a cumplir su sueño, ser dueños de su vida y no tener que emigrar como ocurre con tantísimos jóvenes. Podríamos ser un ejemplo a seguir entre los demás pueblos, pero se prefirió el camino de la suficiencia: ¨Ya hay otros concursos¨, ¨ya se hace suficiente¨.

Querido lector, si usted considera que cuando alguien defiende una idea con ese ahínco y esa ilusión no merece un reconocimiento y más aun cuando esta idea facilitaría la vida a una juventud que necesita que se nos facilite el camino y no se nos pongan más obstáculos, me parece respetable, pero yo quiero aprovechar este medio para hablar también de lo que funciona en política y no solo de lo que falla.

La vida es muy injusta y en muchas ocasiones no se nos reconoce un trabajo bien hecho. A mi no me gusta participar en las injusticias, así que gracias Ramón por tu trabajo y gracias a todos aquellos políticos que a contracorriente se abren paso con honestidad en una profesión que debería ser lo que hoy no es, el trabajo incansable por los demás.