El primer trimestre del año para muchas personas supone un panorama terrorífico donde se desgravan las ganancias obtenidas el año anterior. Pero, eso no tiene que ser obligatoriamente así. De hecho, es posible, valiéndose de instrumentos legales propios del sistema tributario, declarar menos impuestos y por ende pagar menos dinero. Incluso, es posible que acabe año tras año recibiendo devoluciones por parte de la Agencia Tributaria. Si no sabes cómo hacerlo, aquí están 3 formas de incentivos promovidos por el sistema tributario nacional para ahorrar en la declaración de impuestos.
Algunos bromean con afirmar que hay dos declaraciones difíciles: la de amor, y la de impuestos sobre la renta. Sin embargo, como ya afirmaba la agencia tributaria renta 2016, la segunda no tiene por qué ser tortuosa para ninguno de los españoles que, por obligación, deban declarar y pagar.
De hecho, tras consultar en una agencia tributaria Madrid, pudimos comprobar que existen muchos incentivos por parte del Estado para ahorrar con los impuestos anuales. Algunos tienen que ver con la adquisición reciente de un inmueble para uso principal o con el ahorro para planes de pensiones particulares. No obstante, otros más recurrentes y frecuentes en la mayoría de los españoles tienen relativa sencillez de aplicación, por lo que a continuación se muestran.
Las donaciones
Contribuir solidariamente a buenas causas, de cualquier índole, no sólo es algo que engrandece el alma y el espíritu, sino que engrandece el ahorro de cualquier persona natural o empresa al declarar sus impuestos. De hecho, para ser exactos, las cifras aumentan si se hacen donaciones a fundaciones y organizaciones puntuales año tras año.
Si es la primera vez que se hace un donativo, el sistema tributario permite ahorrar un 75% del monto de la donación hasta los 150 euros. De allí en adelante, se calcula un ahorro del 30% fijo para todas las donaciones, por el resto del tiempo.
Ahora bien, en el caso particular de donarle por más de 3 años a una misma fundación u organización, el ahorro pasa de 30% hasta un 35%, que al largo plazo suponen miles de euros que vuelven al bolsillo del declarante, sin ningún paso extra que la solidaridad.
Fuera de las fronteras
60.000 euros anuales. Esa es la cifra límite a la que están exentas de pagar todas las empresas españolas que decidan internacionalizar sus servicios y productos. Por eso, invertir en el extranjero puede ser una buena decisión no sólo para cambiar de aires y gozar de un mayor nivel de vida.
No obstante, la agencia tributaria coloca un par de condiciones para que esta exención de impuestos sea válida, y por tanto, legal. La primera es que el país de destino no sea considerado un paraíso fiscal. La segunda condición es que en ese país exista un ente regulador de tributos y que se declare anualmente un impuesto sobre la renta.
Emprender y el doble beneficio
Los emprendedores podrán deducir hasta 50.000 euros anuales de su declaración final de impuestos, siempre y cuando este monto no represente más del 20% del total invertido en la creación de una empresa. Por esta razón, el emprendimiento puede ser una de las mejores formas de ahorrar, y a la vez, de ganar dinero haciendo lo que más le gusta.