Más expuestos que nunca, y siempre teniendo que cargar con una importantísima presión y con la responsabilidad de trabajar con la salud de las personas. Todo el personal del sector de la salud se ve, día a día, teniendo que lidiar con situaciones muy complicadas, con un contexto que, sobre todo ahora, hace muy difícil poder afrontar el día a día con energía y con ganas. Son tiempos muy difíciles para todos estos trabajadores que velan por los demás.
Por eso mismo, buscar la forma de cambiar de mentalidad, de ser capaz de extraer lo mejor de cada situación, por complicada que sea; poder mantener la calma y la estabilidad emocional en todo momento, incluso cuando todo se pone en contra, es fundamental. Ahí es donde entra en juego el mindfulness, algo que ha demostrado ser de especial utilidad para muchos profesionales y, sobre todo, para nuestros sanitarios.
¿Por qué el Mindfulness es tan importante para los profesionales de la salud?
El sector de la salud está sometido a mucha más presión que el resto en líneas generales, y este año además está notándolo más que nunca debido a la pandemia. Precisamente este contexto es el que ha desatado el interés por el mindfulness entre los profesionales de dicho ámbito, ya que se está convirtiendo en el mejor camino para poder no solo aguantar día tras día de estrés, sino para reconvertir toda esta presión en una forma de seguir adelante con mucha más fuerza.
No son tiempos fáciles para médicos, ni para enfermeros, ni para cirujanos, ni para ningún trabajador vinculado al sector sanitario. Muchos han tenido que pisar el pedal de freno por todo lo que está sucediendo, amén de los que caen enfermos o agotados debido a las nuevas y durísimas condiciones de trabajo en las que se encuentran. Todo eso está llevando a buscar soluciones, formas de conseguir sobreponerse de la mejor forma posible.
Justo ahí es donde entra en juego el Mindfulness. Porque es algo que no solo sirve de ayuda en estos tiempos tan difíciles, sino que también va a servir de cara al futuro. Bien aplicado, es algo que ayuda tanto al profesional como a todos aquellos que le rodean. Puede cambiarte por completo, pero siempre a mejor. Y eso es algo que se nota especialmente en circunstancias difíciles y complicadas.
Vamos a ahondar en todo eso a continuación, viendo tanto sus beneficios como lo importante que es formarse a través de los mejores cursos. Porque, sí, el Mindfulness es algo que requiere estudio, y siempre de la mano de los mejores. De lo contrario, puede acabar siendo más negativo que positivo.
Principales beneficios del mindfulness
Lo más destacado del mindfulness es que, a través de él, los profesionales de la salud y cualquier persona pueden disminuir considerablemente el estrés con el que tratan a diario. Es más, ha quedado completamente demostrado que es algo que potencia la resiliencia de las personas, o lo que es lo mismo, su capacidad para sobreponerse a circunstancias adversas, para amoldarse a las circunstancias y saber seguir adelante con más fuerza por muchas complicaciones que surjan.
Es una genial manera de mejorar el bienestar psicológico de médicos, enfermeros y demás personal de la salud. Gracias a esto, no solo mejora su bienestar, también mejora el de sus pacientes. Influye incluso en su profesionalidad y su saber hacer. ¿Por qué? Porque despeja la mente, porque permite mejorar la relación con los pacientes y, por tanto, ofrecerles un mejor trato y ser mejores profesionales en todos los sentidos.
Se aprende a observar la realidad aceptándola, a ser capaz de identificar qué se siente, pero también a no dejarse llevar por los primeros sentimientos que puedan surgir en cualquier momento. Con el mindfulness se consigue abrir esa válvula que evita la saturación, que se llegan a esas roturas o «breakdowns» que pueden derivar ya no solo en malestar psicológico, sino también en profundas depresiones.
Mejorar la toma de decisiones, aumentar la empatía con los pacientes, reducir el estrés, concentrarse con más facilidad, tener una mayor inteligencia emocional. En definitiva, el mindfulness ayuda a aumentar el bienestar de estos profesionales y anular los estados negativos a nivel emocional, o al menos a reducirlos. ¿Y cómo se consiguen todos estos beneficios? La respuesta es simple, haciendo un buen curso mindfulness.
La formación es primordial
La mejor forma de disfrutar de los beneficios del mindfulness y, sobre todo, para saber aplicar sus principios y cambiarlo todo a nivel emocional. Sin duda, es importantísimo formarse en esta materia siguiendo los cursos adecuados. Solo los verdaderos profesionales pueden explicar los métodos y conceptos clave para alcanzar ese nivel de calma mental, para poder enfocar cualquier problema con eficiencia y disfrutar de una mejor calidad de vida. Son absolutamente esenciales.
Por eso, es conveniente recurrir a centros como el de Formación Alcalá. Este en concreto, especializado en la realización de cursos y máster a distancia a través de plataformas online, puede ser el puente perfecto para la tranquilidad de los profesionales de la salud. Cuenta con un curso especializado en Mindfulness que se puede realizar íntegramente a través de internet y que, además, cuenta con los mayores expertos en la materia. Material de primera, lecciones online y profesionales, la combinación ideal para una buena enseñanza.
En esta situación, es especialmente importante que la formación la den las voces más expertas y los mejores profesionales, ya que es algo que afecta directamente a la salud de quienes se forman. El mindfulness tiene como objetivo dar bienestar a nivel psicológico, cosa que luego acaba derivando incluso en el bienestar a nivel físico. No hay que andarse con medias tintas ni recurrir a cursos que no tengan una experiencia y fiabilidad demostradas. Máxime cuando es personal sanitario el que busca formarse.
Una nueva forma de pensar, una herramienta para mejorar como profesional, pero también como persona. Solo hace falta un poco de preparación para conseguir un cambio absoluto en todos los sentidos. El Mindfulness tiene un potencial enorme, y la mejor forma de descubrirlo es poniéndose manos a la obra con él.