Aunque hoy en día el inglés es una asignatura obligatoria en las escuelas, pocos llegan a dominar el idioma a nivel conversacional. Actualmente, son tres los métodos más utilizados para aprender inglés: las clases de inglés, la inmersión lingüística y el método doble.
El primer método: las clases de inglés
Las clases de inglés son el método más habitual a la hora de aprender este idioma. Son las que recibimos en el colegio de pequeños, así como las que ofrecen las escuelas de idiomas a jóvenes y adultos. Si optas por apuntarte a un curso presencial, infórmate acerca de si los profesores son nativos y de cuántos alumnos se admiten en cada clase. Lo ideal es optar por clases con grupos reducidos, con profesores que han nacido o vivido durante muchos años en algún territorio de habla inglesa.
A la hora de apuntarte a un curso de inglés, también debes informarte sobre el método utilizado. Con la palabra “método” se entiende la manera en la que se tratan los elementos del aprendizaje: explicación de reglas gramaticales, comprensión de audios, lectura, adquisición de habilidades para conversar, traducciones… De todas formas, si no sabes estudiar de forma autodidacta, recuerda que en clase con un profesor será más fácil estudiar la parte teórica relativa a las reglas de gramática y ampliar el vocabulario que ya puedas conocer. Además, tendrás la posibilidad obtener explicaciones inmediatas si tienes dudas sobre un tema.
El segundo método: la inmersión lingüística
Es sin duda alguna el que se ha popularizado durante los últimos años, porque permite vivir el idioma de una manera mucho más natural. Si llevas tiempo practicando pero aún te preguntas cómo aprender inglés de forma eficaz y duradera, la inmersión puede ayudarte mucho. Pero… ¿sabes exactamente en qué consiste? La inmersión lingüística se basa en hacer pequeños cambios en tu vida diaria, de manera que el idioma que quieres aprender esté más presente en tu rutina. Esto se consigue con gestos como cambiar el idioma de tu teléfono inteligente, de tus redes sociales o del libro que estás leyendo. De esta manera, el inglés pasa a ser algo con lo que estás en contacto frecuente. Poco a poco tu mente lo asocia como algo natural, a la vez que rompe con la idea de que es algo que debes aprender a una hora concreta de un día concreto de tu semana.
– Formas muy divertidas de inmersión lingüística son: ver películas y series en inglés, escuchar videos en este idioma y chatear con nativos. Otra opción que puedes utilizar, si no sabes como aprender inglés, es la conversación, utilizando app, como por ejemplo Babbel, que te permiten participar en conversaciones que te obliguen a expresarte en este idioma extranjero. Los métodos de las apps, en general, son fáciles e intuitivos, y con ellas puedes estudiar cuando y donde quieras, participando en diálogos interactivos sobre temas cotidianos que te ayudarán a ganar confianza en tus capacidades comunicativas.
El tercer método: el método doble
El tercer método se basa ni más ni menos que en combinar los dos aspectos que comentábamos anteriormente: las clases y la inmersión lingüística. Eso te permite cubrir todos los aspectos del aprendizaje, desde los más técnicos (ortografía, léxico, gramática) hasta los más naturales y orientados a la conversación. Los primeros son necesarios para aprender cómo se escriben y pronuncian las palabras, algo imprescindible cuando necesites utilizar el inglés en un entorno laboral o que implique conversaciones online o el envío de emails. Los segundos, por su parte, son los que te permiten viajar por numerosos países y conocer a una gran cantidad de gente, con la que podrás mantener una conversación más o menos compleja.
¿Ya sabes cuál es el método adecuado para ti? Encuéntralo, para que el camino para hablar inglés de forma fluida y con seguridad sea más fácil y rápido.