El mundo digital es cada vez más competitivo. Hay más empresas, más herramientas y más facilidades para destacar, por lo que es muy difícil captar la atención de los consumidores, y más fidelizar a los clientes. Eso es lo que hace que muchas veces se pierda clientela, y que se busque la forma de recuperarla.

¿Tienes un negocio y has visto cómo un cliente ha abandonado una compra al final? ¿Han devuelto un producto y no han vuelto a contar contigo? Es algo de lo más habitual, y es algo que se soluciona con el remarketing. Una estrategia clave para aumentar ventas y para reforzar la lealtad de la clientela con el fin de tener una base de consumidores cada vez más grande y saludable.

¿Qué es el remarketing y por qué es importante?

El remarketing es una estrategia que consiste en mostrar anuncios personalizados a usuarios que han interactuado previamente con tu marca, pero que no completaron una acción deseada, como una compra o la suscripción a un boletín informativo. Este enfoque se basa en el concepto de «recuerdo», reforzando el interés de un cliente potencial que ya ha demostrado interés en tu producto o servicio, pero que aún no ha dado el paso final.

La importancia de esta rama del marketing radica en su capacidad para aumentar las tasas de conversión, optimizando el retorno de la inversión (ROI). Al dirigirse a un público que ya ha mostrado interés, las campañas de remarketing tienden a ser mucho más efectivas que las dirigidas a una audiencia completamente nueva. De hecho, varios estudios han demostrado que las conversiones aumentan drásticamente con campañas de remarketing en comparación con estrategias de adquisición de clientes fríos.

De hecho, el remarketing ha sido uno de los grandes impulsores del mail marketing. Si has perdido clientes, solo necesitas una cuenta gratuita de email marketing y aplicar las estrategias adecuadas para recuperar ingresos muy rápidamente.

Las mejores estrategias de remarketing

¿Y cuáles son esas estrategias? Las que vamos a ver aquí. Aplicar el remarketing es algo que depende sobre todo de las necesidades y objetivos del negocio, como también del tipo de cliente al que se dirige. Estas que repasamos ahora son las más efectivas actualmente:

Remarketing de Display

Esta es una de las formas más comunes de remarketing. Consiste en mostrar anuncios visuales a usuarios que han visitado tu página web anteriormente, pero que no han completado la compra. Estos anuncios aparecen en redes de publicidad de Google u otras plataformas, recordándoles los productos que vieron e incitándoles a terminar la compra, o a adquirirlos a menor precio.

Remarketing en redes sociales

El remarketing en redes sociales se extiende principalmente por Instagram y Facebook (Meta). Con píxeles de seguimiento, puedes rastrear a los usuarios que interactuaron con tu negocio y brindarles publicidad personalizada en su feed social, lo que eleva la probabilidad de que vuelvan y completen la compra que querías, o que compren incluso más.

Remarketing en búsquedas

El remarketing en buscadores se limita a mostrar anuncios en los resultados de búsqueda de Google. Requiere segmentar la publicidad correctamente para que aparezca cuando los usuarios que te han visitado vuelven a buscar algo relacionado con el producto o el servicio que no cerraron. La publicidad aparece en posiciones muy destacadas que hacen que la intención de compra se dispare.

Remarketing para fidelizar: la clave es personalizar

El remarketing no sirve solo para atraer de nuevo la atención de un cliente, sino también para fidelizarlo y elevar su lealtad a la marca a largo plazo. La reactivación constante de la relación con el cliente hace que se repitan las compras y el valor que se aporta al consumidor sea mayor, haciendo que este se familiarice más con la marca y recurra más a ella.

Una vez que has conseguido que un cliente vuelva a ti y complete la compra, puedes seguir utilizando el remarketing para ofrecer productos complementarios, upsells o incluso programas de fidelización. De este modo, no solo se aumentan las ventas, sino que también se estrecha el vínculo entre marca y cliente.

Para conseguirlo, la clave más importante es la personalización de la experiencia del usuario. Con buenas herramientas de segmentación (sobre todo vía mailing), puedes hacer que la comunicación parezca dirigida directamente al usuario en cuestión, y eso es fundamental para estimularlo y que vuelva.

Por ejemplo, si un usuario visitó tu e-commerce y mostró interés en un producto específico, puedes enviarle un correo ofreciendo ese mismo producto con un pequeño descuento, o mostrarle anuncios en redes sociales que lo inviten a completar la compra. El objetivo es mantenerse presente en la mente del cliente sin resultar invasivo, porque en ese caso el efecto sería el contrario.

El remarketing es, sin duda, una de las estrategias más poderosas a las que puede recurrir cualquier empresa que busque maximizar sus ventas y mantener la relevancia en la mente del consumidor. Aprovechando herramientas como el email marketing y las campañas de display, puedes reconectar de manera efectiva con clientes potenciales que, de otro modo, podrían haberse perdido para siempre.