Entre la nostalgia y la crítica: despedimos a un clásico mientras Windows 11 sigue sin convencer.

Microsoft pone fin al soporte oficial de Windows 10 tras una década de servicio. El sistema operativo más estable y querido de la compañía deja paso a un Windows 11 lleno de controversias, problemas de compatibilidad y decisiones de diseño que no terminan de convencer a los usuarios. Una despedida con aroma a homenaje… y a reproche.


🕯️ Oda al extinto Windows 10 (2015 – 2025)

Aquí yace Windows 10,
noble sistema de escritorio,
amado y odiado, pero siempre fiel.
Durante una década, soportó parches, reinicios intempestivos
y toneladas de actualizaciones “críticas” que nadie pidió.
Fue rápido, estable y predecible —virtudes casi mitológicas en Redmond—,
hasta que su creador decidió sustituirlo por un heredero
más brillante, más redondo… y mucho más torpe.
Windows 11 llegó con promesas de modernidad,
pero trajo confusión, incompatibilidades
y esa absurda obsesión por los chips TPM 2.0,
como si el alma de un sistema dependiera de un microchip.
Mientras los usuarios lloran la pérdida del último Windows “de verdad”,
Microsoft celebra su funeral con globos, suscripciones y widgets inútiles.
Adiós, viejo amigo.
Que tus pantallas azules descansen en paz
y que tus actualizaciones automáticas no interrumpan el más allá.
Windows 10 (2015 – 2025)
Tu legado seguirá vivo… al menos hasta el próximo pantallazo.