Tras cuatro años de ausencia, la ceremonia vuelve a reunir en el templete a autoridades civiles, militares, policiales, judiciales y consulares de la provincia, además de colectivos locales. El alcalde pone en valor el trabajo decisivo de la plantilla de funcionarios para garantizar la reinserción de los internos al recuperar su libertad

Después de cuatro años de ausencia por distintos motivos, el templete de la Finca Municipal El Portón ha vuelto a ser el escenario para la celebración oficial del Día de Nuestra Señora de la Merced, Patrona de Instituciones Penitenciarias. El protagonismo de Alhaurín de la Torre en esta clásica ceremonia se ha logrado recuperar tras dos ejercicios cancelada por la pandemia (2020 y 2021) y también por el hecho de haber tenido otras sedes distintas en 2018 y 2019.

Organizadores y asistentes han disfrutado, por fin, de la comodidad y la calidad de las instalaciones y de su alto valor paisajístico y botánico, al aire libre, a lo largo de un evento que, además, ha resultado mucho más lucido por la espectacular temperatura de esta primera jornada de de otoño, en torno a 25 grados.

Han asistido a la Finca El Portón autoridades civiles, militares, policiales, judiciales, religiosas y consulares de la provincia, responsables de otras instituciones, así como cofradías locales y de la provincia, y colectivos sociales, culturales, de voluntariado y de cooperación, así como un buen número de miembros de la plantilla del cuerpo penitenciario, que han sido objeto de homenajes y colaboraciones especiales. El Ayuntamiento, como anfitrión de este acto, ha estado representado por el alcalde, Joaquín Villanova, y por el resto de la Corporación Municipal y se ha producido también la visita de la alcaldesa de Archidona, Mercedes Montero, en representación del otro municipio con establecimiento penitenciario de la provincia, y el primer edil.

En el capítulo de discursos, en primer lugar, ha intervenido Villanova quien, tras destacar el elevado valor de la política penitenciaria y de reinserción y recuperación del penado, ha querido subrayar el trabajo “decisivo, pero desconocido”, de la plantilla de funcionarios desde el comienzo de la Democracia.

Por su parte, el director de la prisión, José Jesús Miranda, ha destacado la labor penitenciaria, “con total profesionalidad y vocación de servicio’, en mitad de un periodo tan duro como el de la pandemia. Ha agradecido el compromiso de Villanova y de su Corporación con el establecimiento penitenciario.

Por último, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Francisco Javier Salas, ha recordado que el número de internos está en mínimos históricos, con unos 925, y que se llevarán a cabo pronto importantes mejoras y la modernización de sus infraestructuras, para trabajar de una forma más segura y eficiente.

Posteriormente, se han entregado las medallas de plata y bronce al mérito social penitenciario por buenas prácticas y actuaciones destacables, así como las menciones honoríficas y placas a funcionarios por dedicación por sus años de servicio en Instituciones Penitenciarias y otros galardones en forma de réplica de la menina elaborada por el Colectivo Moraga.

Por último se ha servido un aperitivo en los jardines de El Portón.

DISCURSO DEL ALCALDE. DÍA DE LA MERCED 2022

Es para mí un honor, después de cuatro años de ausencia, por distintas circunstancias y también por la maldita pandemia, darles la bienvenida para participar en la celebración del Día de Nuestra Señora de la Merced, Patrona de Instituciones Penitenciarias, en este magnífico lugar, emblema y corazón botánico de Alhaurín de la Torre y uno de los jardines urbanos más bellos de la provincia.

Por ello, aprovecho para darles a todos la bienvenida una vez más a esa su casa, vuestra casa, a la joya de la corona botánica y paisajística de Alhaurín de la Torre, admirada en todas partes y que, sin duda, permitirá hacer lucir más brillantemente un acto de tanta importancia, al aire libre y más cómodo y accesible.

En primer lugar, me van a permitir que les haga una confesión sincera y, por qué no, llena de emotividad. Muchos de ustedes sabrán que en octubre de 2021 tuve el honor de cumplir 25 años como alcalde de esta ciudad, lo que significa que dentro de un mes y cinco días serán 26. ¿Por qué les cuento esto? Pues muy sencillo. Porque una de las primeras decisiones que tomé en aquellos días de 1996 fue la de desbloquear las relaciones con el Centro Penitenciario, que estaban congeladas y rotas desde el día mismo de su apertura a finales de 1991, por razones que no vienen al caso y que tuvieron un contexto muy determinado.

Desde el mismo día en que decidimos reestablecer las relaciones entre ambas partes, las consecuencias no han podido ser más positivas y fructíferas. He conocido desde entonces a casi una decena de directores, a saber: Manuel Pérez Flores; Tomás Sanmartín; Jorge Castejón; Antonio Guerrero; Ángel Herbella (en dos mandatos); Juan Antonio Martín Ríos; Andrés Enríquez, y, por último, José Jesús Miranda. También me enorgullezco de haber coincidido con varios equipos directivos y de tratamiento; a monitores, profesores, educadores, psicólogos, funcionarios, enfermeros, capellanes, voluntarios y también internos e internas.

En todo momento, y he aquí mi confesión, he sentido el cariño, el respeto y el ánimo y espíritu colaborativo de todos los estamentos de la comunidad penitenciaria. Y eso me emociona especialmente, porque en su día quizá seguían existiendo reticencias contra lo que se consideraba popularmente como un ‘inquilino molesto’, y algunas personas, en cierto modo próximas a mí, no veían con buenos ojos, el gesto que tuve de romper la frialdad. No me arrepiento de ello, pues.

El tiempo nos ha dado la razón, y eso ocurrió bien pronto. Gracias a esta recuperación de relaciones, Alhaurín de la Torre y el Centro Penitenciario han recorrido juntos un camino de amistad y entendimiento institucional, que ha derivado en cientos y cientos de beneficios para ambas partes, en el ámbito cultural, artístico, deportivo, de integración socio-laboral, comercial, empresarial, comunitario, lingüítico, y un larguísimo etcétera.

Permítanme, únicamente, citar dos de los aspectos que más me entusiasman de esas inmejorables relaciones entre el Pueblo de Alhaurín de la Torre y el Centro Penitenciario. La primera de ellas, es que ambos compartimos el honor y el privilegio de ser Hermanos Honorarios de la Cofradía de El Rico de Málaga, al igual que el Ilustre Colegio de Abogados y el Cuerpo Nacional de Policía. La segunda de ellas, es el hecho evidente de que son son muchos los trabajadores y funcionarios de la prisión que han fijado como lugar de residencia nuestro municipio, formando parte activa de nuestra sociedad, usuarios de nuestros servicios, contribuyentes y beneficiarios de la inmensa calidad de vida que podemos ofrecer.

Dicho lo cual, quiero dar las gracias a todas las personas que entendieron nuestro mensaje, hace ya 26 años, de que venía un tiempo nuevo entre ambas partes, y a todas las que nos apoyaron y se sumaron a la iniciativa en todo este tiempo. Los resultados han sido espectaculares y no es cosa de alargar este acto explicándolos uno por uno, pero me siento muy orgulloso de haber podido aportar un granito de arena que hoy, sin duda alguna, ha formado una montaña.

En 2017, sentí una enorme satisfacción, porque Instituciones Penitenciarias decidió condecorar a esta Corporación Municipal y a este alcalde que les habla con la Medalla de Plata al Mérito Social Penitenciario, para distinguir y agradecer nuestro compromiso con ustedes. Debo decir que no hay día en que no me enorgullezca de tan alto honor y me mantenga en mi determinación de que ese es el camino correcto, el de la colaboración institucional, el de los lazos de unión y amistad, el de la cordialidad y el trabajo conjunto, porque todos salimos ganando. Pero, sobre todo, porque me siento orgulloso de haber dedicado mucho tiempo a trabajar en la lucha contra la drogadicción, algo que, por desgracia, es muy común en la población reclusa; pero también en la lucha por la integración social y la reinserción de las personas que más pronto o más tarde, saldrán en libertad. Así que, por si no quedó lo bastante claro, les vuelvo a dar las gracias por aquella condecoración que tanto significa para nosotros.

Señoras y señores:  A nadie escapa que la política penitenciaria hoy en España es un modelo de buen funcionamiento, que apuesta por la inserción social de las personas privadas de su libertad, y que es fruto del gran trabajo que los diferentes Gobiernos han venido realizando desde la Transición.

La reeducación y la recuperación del interno son los grandes objetivos del sistema, que debe gran parte de su éxito a la dedicación, profesionalidad y buen hacer de vosotros, los trabajadores y trabajadoras de instituciones penitenciarias, que hoy celebráis vuestro día.

Por eso, lo digo una vez más, además de una fiesta, la jornada de hoy debe ser percibida como un reconocimiento y homenaje a esa encomiable labor, que los dirigentes y los funcionarios realizan con ilusión, esfuerzo y una admirable profesionalidad.

La cárcel debe ser una escuela de libertad. Un espacio para que el interno encuentre nuevas motivaciones para vivir en libertad, un lugar donde adquiera nuevos valores, aprenda a respetar a los demás y encuentre nuevos caminos para conducir su vida. Y esa, créanme todos, porque lo conozco de primera mano, es una de las grandes señas de identidad del Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre y, por supuesto, también el de Archidona y el Centro de Inserción Social.

Para el éxito de la aplicación y ejecución de estas políticas progresistas de reinserción, casi únicas en el mundo, es parte esencial la labor que desarrollan los funcionarios y funcionarias de la institución. Se trata de un trabajo sordo, desconocido, poco valorado, complejo y, en ocasiones, difícil. Vuestro quehacer diario tiene un valor especial, ya que contribuís de manera directa a apartar del mundo del delito a quienes pasan por el sistema penitenciario.

No quiero olvidar tampoco poner en valor la importantísima tarea que se desarrolla intramuros a través de las personas voluntarias, la pastoral penitenciaria o el Centro de Enseñanza Permanente Victoria Kent, pues atienden, cada uno desde su ámbito de competencia, un amplísimo abanico de necesidades, tanto emocionales, psicológicas, espirituales, formativas, o simplemente, de acompañamiento y crecimiento personal o de pura empatía, cuyo valor cualitativo resulta realmente conmovedor.

Queridos amigos y amigas: Voy acabando.

Celebramos hoy la festividad de la Merced cuando se cumplen 82 años desde que fuera declarada Patrona de los integrantes de la administración penitenciaria. Quiero por ello felicitaros a todos y cada uno de cuantos prestáis aquí vuestros servicios, animándoos a que sigáis manteniendo el alto nivel de esfuerzo y profesionalidad que cada día demostráis. Llegados a este punto, es el momento de felicitar también al Director, D. José Jesús Miranda, y a todo su equipo por el magnífico trabajo que vienen realizando en el actual centro. Aprovecho la ocasión para extender esta felicitación a los funcionarios y funcionarias que hoy reciben sus placas por cumplir años de servicio o se jubilan tras toda una vida dedicada  a este sacrificado servicio público y, en general, a toda la plantilla en el día de la Patrona.

Confío en que, hoy más que nunca y a partir de ya, la sociedad civil malagueña reconozca y valore al fin vuestro papel esencial en esta Democracia, basado en ofrecer oportunidades de reinserción a las personas privadas de libertad.

Muchas gracias y buenas tardes.