La provincia de Málaga cerró el mes de julio con una bajada de 1.144 personas en situación de desempleo, situando el total en 108.865 parados, lo que supone 7.976 menos que hace un año, según los datos difundidos por la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM).
El descenso estuvo liderado por el sector servicios, que registró 799 desempleados menos, seguido por la agricultura (-42) y la industria (-38). Además, el colectivo de personas sin empleo previo redujo el paro en 422 personas, mientras que la construcción fue el único sector en alza, con un incremento de 157 desempleados.
En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, la provincia alcanzó en julio un nuevo máximo histórico, con 758.948 trabajadores dados de alta, lo que supone 6.271 afiliados más que en junio y 23.755 más que hace un año.
Valoración de la CEM
La vicepresidenta ejecutiva y secretaria general de la CEM, Natalia Sánchez, calificó estas cifras como “coherentes con la temporada alta turística”, destacando que Málaga encadena seis meses consecutivos de descenso del paro y mantiene un “ritmo sostenido de aumento de afiliación”.
Sánchez subrayó que la provincia “se sitúa en los mejores parámetros de empleo de los últimos 18 años”, recordando que este progreso se da “en un contexto de mayor población activa, lo que evidencia la capacidad del tejido empresarial para generar actividad y empleo”.
No obstante, advirtió sobre factores que podrían frenar esta tendencia, como la incertidumbre económica global y nacional, la inestabilidad política, la presión fiscal y el aumento de los costes laborales y sociales, así como la lentitud administrativa.
“Estos elementos pueden ralentizar el crecimiento y afectar la creación de empleo. Es fundamental construir un ecosistema sólido que favorezca la inversión y permita a las empresas desarrollarse, con especial atención a las pymes y a colectivos como los jóvenes y mayores de 45 años”, concluyó la dirigente empresarial.
Contexto económico
El dinamismo del mercado laboral en julio está estrechamente ligado a la campaña turística estival, que sigue siendo el principal motor económico de la provincia. La CEM insiste en la necesidad de políticas que refuercen la competitividad empresarial para mantener esta senda positiva y afrontar los retos futuros.